Ciencia
Geología

Los geólogos no dan crédito: descubren una burbuja de roca incandescente que podría dividir África

En el centro del Gran Valle del Rift, una región del este africano caracterizada por su intensa actividad geológica, se produjo un hallazgo con implicaciones a gran escala. Se trata de una burbuja de roca incandescente, detectada mediante estudios avanzados de gases volcánicos y análisis isotópicos de neón.

La investigación fue llevada a cabo por un equipo conjunto de la Universidad de Glasgow y la Geothermal Development Company de Kenia. Las conclusiones del estudio muestran una relación directa entre esta actividad geológica y el ascenso de material caliente desde lo más profundo del planeta. Este fenómeno ya está afectando la superficie de África.

¿Cómo se formó una burbuja de roca desde el núcleo del planeta?

La burbuja de roca identificada bajo el este africano no es un evento aislado ni superficial. Se trata de una superpluma geotérmica, es decir, una columna de material incandescente que se eleva desde el límite entre el manto y el núcleo terrestre. Su existencia se ha confirmado gracias al análisis de gases liberados por el sistema volcánico de Menengai, una caldera activa en Kenia.

Los datos isotópicos obtenidos, especialmente los relacionados con el neón, permiten rastrear el origen profundo de estos materiales. Estas firmas químicas se asemejan a las detectadas en zonas volcánicas como Hawái y el Mar Rojo, lo que indica una conexión común en el origen de estos fenómenos.

La coincidencia de estas señales químicas a lo largo de miles de kilómetros refuerza la hipótesis de que todo el este de África está siendo afectado por una misma dinámica interna.

Estos son algunos puntos clave del hallazgo para entenderlo mejor:

¿Podría esta burbuja de roca dividir al continente de África?

Uno de los efectos más evidentes de esta burbuja de roca es el levantamiento progresivo del terreno en África oriental. Las mesetas, cumbres elevadas y la constante actividad sísmica y volcánica son consecuencia directa de este fenómeno. Este ascenso tuvo repercusiones no solo geológicas, sino también ecológicas y climáticas.

Algunos científicos sostienen que este proceso pudo haber influido incluso en la evolución humana, al modificar el entorno de forma que favoreció el desplazamiento bípeda en nuestros ancestros.

Las alteraciones del terreno habrían generado nuevas condiciones de vida que impulsaron cambios adaptativos.

Además, la presencia de la burbuja de roca implica un estiramiento constante de la corteza terrestre en esta zona. En regiones como la depresión de Afar, la corteza se ha reducido a solo unos pocos kilómetros de grosor, lo que sugiere una futura separación del continente.

Estos son los potenciales escenarios que podrían tener lugar a largo plazo:

Estos cambios, aunque imperceptibles en escalas de tiempo humanas, están ya en marcha y pueden observarse en fenómenos como la formación de lagos lineales, la apertura de grietas extensas y la frecuente aparición de terremotos de baja magnitud.

¿Qué nuevos usos y peligros se asocian a este descubrimiento geológico en África?

Además del impacto geológico, este descubrimiento tiene aplicaciones prácticas. Las regiones donde se manifiestan estos procesos, como Menengai, contienen un enorme potencial geotérmico. Kenia ya ha comenzado a explotar esta fuente de energía limpia, utilizando el calor subterráneo para la producción eléctrica.

Comprender el origen y comportamiento de estas estructuras puede mejorar la eficiencia en su aprovechamiento.

Sin embargo, también hay riesgos. Las superplumas pueden desencadenar eventos volcánicos extremos, terremotos de alta intensidad y emisiones peligrosas de gases. Por ello, es necesario contar con un monitoreo constante y preciso que permita anticipar escenarios críticos.

Así, este estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters, refuerza la hipótesis de que los mecanismos que generan esta actividad tectónica están ligados a impulsos desde el interior más remoto del planeta.