Ciencia

Cara oculta de la Luna: ¿qué esconde nuestro satélite natural?

¿Qué misterios esconde la cara oculta de la Luna? Sus secretos han hecho que el ser humano cree todo tipo de leyendas y cuentos. Sin embargo, desde que el satélite soviético Luna 3 transmitiese las primeras imágenes en 1959, se observó que era muy diferente a la cara que siempre vemos. ¿Cuál es el motivo?

La Luna y la Tierra están ancladas por el efecto marea. Es decir, desde nuestro mundo, este satélite natural siempre muestra la misma cara. Recordemos que debido a esto, este cuerpo que alumbra nuestras noches tarda en rotar lo mismo que en completar una vuelta sobre sí misma, así que nos muestra siempre el mismo aspecto.

Sin embargo, un equipo de astrofísicos de la Universidad Estatal de Pensilvania podría tener la respuesta a este misterio. Recordemos que, mientras nosotros observamos una cara llena de cráteres y mares, el lado opuesto y oculto, llamado Tierras Altas Lunares, tiene más montañas y cráteres, pero menos mares.

Según este equipo, la diferencia se debe a cómo se formó este satélite. Por ello, el problema o la explicación estaría en la diferencia de grosor de la corteza entre un lado y otro.

Teoría de la formación para explicar cómo es la cara oculta de la Luna

Hace unos 4500 millones de años, un planeta del tamaño de Marte llamado Theia chocó contra la joven Tierra provocando una enorme explosión. De este impacto inimaginable, capas externas de la Tierra se dispararon contra el espacio. Con el tiempo, formaron la Luna.

En aquel momento, tanto Tierra como Luna estarían muy calientes. Sin embargo, el satélite, acoplado por marea por efecto de la gravedad, se enfriaría más rápido. Pero nuestro mundo tardó más tiempo, por lo que envió ese calor hacia la cara que hoy vemos de la Luna.

Es decir, que el lado visible de la Luna se mantuvo más tiempo fundido por el efecto que la Tierra ejercía sobre él. El otro, enfrió mucho más velozmente su superficie.

Así que sustancias como calcio y aluminio se condensaron en la parte fría del satélite formando feldespatos que formaron la corteza lunar. Pero la cara oculta, más fría, contenía muchos más de estos materiales, por lo que es más gruesa, cosa que no ocurre en la que sí vemos desde la Tierra, que sería más fina.

Así pues, no hay nadie viviendo en el lado oculto de la Luna ni nada por el estilo. Aunque esta explicación no está 100% asentada, parece una de las más factibles que explica el misterio lunar.