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Bombazo en la astronomía: este desconocido planeta pudo albergar vida hace millones de años, según la NASA

El desconocido planeta que estamos por develar le sacó por completo el sueño a los astrónomos. Este pertenece a un grupo de cuerpos menores situados en el sistema solar. Y es que ahora, estudios recientes buscan comprender su historia geológica y química para determinar hasta qué punto sus características podrían haber influido en procesos similares a los de la vida.

Durante décadas, los científicos usaron telescopios y sondas espaciales para observar su superficie y analizar su composición. Los interesantes datos recabados permiten estudiar su actividad interna, la presencia de agua y la interacción de distintos compuestos. Cada uno, es clave para evaluar su evolución a lo largo de millones de años.

¿Cuál es el desconocido planeta que pudo albergar vida hace millones de años?

El planeta que protagoniza a este artículo es Ceres, el mayor objeto del cinturón de asteroides, con un diámetro aproximado de 940 km. La misión Dawn, de la NASA, finalizada en 2018, permitió obtener imágenes detalladas y datos sobre su composición superficial.

Según detalla un estudio publicado en la revista Science Advances, allí se descubrieron regiones brillantes formadas por sales provenientes de líquidos subterráneos, un hallazgo que abrió nuevas líneas de investigación sobre su posible actividad química en el pasado.

En 2020, análisis adicionales indicaron que estos líquidos consistían en salmueras bajo la superficie. También se detectaron moléculas de carbono, necesarias para la vida, aunque insuficientes por sí solas.

La combinación de estos elementos posiciona a Ceres como un objeto de interés para estudios de habitabilidad dentro del cinturón de asteroides.

Energía química y condiciones potenciales de Ceres

Un aspecto clave señalado por los investigadores es la existencia de energía química interna duradera. Este recurso podría haber sido suficiente para mantener procesos biológicos microbianos si alguna vez surgieron.

Sam Courville, investigador principal del estudio, señala que: «La habitabilidad podría ser una consecuencia natural de reunir los ingredientes adecuados, que parecen ser comunes en el sistema solar». Esto indica que incluso cuerpos considerados inhóspitos pueden haber presentado periodos temporales de condiciones favorables para la vida.

Por otra parte, los modelos térmicos y químicos desarrollados por la NASA muestran que hace aproximadamente 2.500 millones de años, Ceres contaba con un océano subsuperficial de agua caliente con gases disueltos provenientes del núcleo rocoso.

En la Tierra, la mezcla de agua caliente y minerales del subsuelo suele generar entornos favorables para microorganismos. Según Courville, «por eso podría tener grandes implicaciones si pudiéramos determinar si el océano de Ceres tuvo una afluencia de fluido hidrotermal en el pasado».

Los científicos estiman que el periodo más probable de habitabilidad abarcó entre 500 y 2.000 millones de años después de la formación del planeta enano.

La relevancia científica de este desconocido planeta y las futuras misiones

Actualmente, Ceres es un mundo congelado, con escasa agua líquida y un núcleo cuya energía interna ya no es suficiente para mantener la actividad química. La salmuera remanente fluye lentamente a través del manto exterior, pero no permite los mismos procesos que podrían haber existido en el pasado.

Joe O’Rourke, coautor del estudio, comenta: «Si Ceres fue habitable en el pasado, probablemente haya decenas de asteroides y lunas que también lo fueron. Y si se pueden mantener calientes, tal vez sigan siendo habitables hoy en día». Esto amplía la perspectiva sobre la posibilidad de vida en otros cuerpos menores del sistema solar y el interés por exploraciones futuras.

La misión Dawn permitió observar cráteres, montañas y posibles criovolcanes en Ceres. Su superficie combina hielo de agua y minerales hidratados, mientras que el interior parece diferenciado en un núcleo rocoso y un manto de hielo, con salmueras aún en circulación.

Proyectos futuros, incluyendo iniciativas de la Administración Espacial Nacional China, planean recolectar muestras directas para determinar la extensión real de su habitabilidad pasada.

Así, estos estudios permitirán evaluar la presencia de compuestos esenciales y la historia geológica de Ceres con mayor detalle, lo que contribuirá a comprender la potencial existencia de vida microbiana en cuerpos similares del sistema solar.