Cómo prepararse para dar a luz en verano: consejos y precauciones
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Dar a luz en verano puede tener sus ventajas y sus inconvenientes, pero lo más importante es estar bien informada y preparada para ese momento tan especial. El verano es una época del año en la que muchas mujeres dan a luz, ya que según las estadísticas, julio y agosto son algunos de los meses con más nacimientos en España. Si tu fecha de parto coincide con esta estación, te damos algunos consejos, pautas y precauciones para que todo vaya bien a pesar del calor. Toma nota entonces, porque te ofrecemos a continuación, todo sobre cómo prepararse para dar a luz en verano.
Cómo prepararse para dar a luz en verano
Comenzamos con una serie de consejos que te van a servir para prepararte para ese parto en verano.
- Hidrátate bien. El calor del verano puede provocar una mayor pérdida de líquidos por el sudor, lo que puede afectar a tu salud y la de tu bebé. Bebe agua con frecuencia, al menos dos litros al día, y evita las bebidas con cafeína o alcohol. También puedes tomar zumos naturales, infusiones o sopas frías para mantenerte hidratada.
- Protégete del sol. La exposición al sol puede ser beneficiosa para obtener vitamina D, que ayuda a la formación de los huesos y el calcio, pero también puede ser perjudicial si no se toman las medidas adecuadas. Usa un protector solar adecuado para tu tipo de piel, evita las horas de más calor (entre las 12 y las 16 horas) y cubre tu cabeza con un sombrero o una gorra. También puedes usar gafas de sol y ropa ligera y de colores claros para evitar el sobrecalentamiento.
- Refresca tu cuerpo. Una buena forma de aliviar el calor y mejorar la circulación sanguínea es ponerse en remojo. Puedes bañarte en la piscina o en el mar hasta casi el día del parto, siempre que no tengas ninguna contraindicación médica1. También puedes darte duchas frías o templadas, usar un ventilador o un aire acondicionado (sin que el aire te dé directamente) o aplicarte paños húmedos en la frente, el cuello o las muñecas.
- Descansa lo suficiente. El calor puede afectar a la calidad del sueño, sobre todo en las últimas semanas del embarazo, cuando el volumen de la barriga dificulta encontrar una postura cómoda. Intenta dormir al menos ocho horas por la noche y siesta si lo necesitas. Usa sábanas de algodón, ventila la habitación antes de acostarte y usa una almohada entre las piernas para aliviar la presión sobre la espalda.
- Alimenta tu salud. Una dieta equilibrada y variada es fundamental para el buen desarrollo del embarazo y el parto. En verano, puedes aprovechar la gran variedad de frutas y verduras de temporada, que te aportarán vitaminas, minerales y antioxidantes. Evita las comidas pesadas, picantes o muy condimentadas, que pueden aumentar la sensación de calor y provocar acidez o indigestión. Opta por platos ligeros, frescos y fáciles de digerir, como ensaladas, gazpachos, cremas frías o pescados al horno.
Pautas a seguir para dar a luz en verano
- Prepara tu maleta con antelación. No esperes al último momento para tener todo listo para ir al hospital. Prepara tu maleta con tiempo y revisa que no te falte nada esencial: documentación, ropa cómoda para ti y para el bebé, productos de higiene personal, pañales, toallitas, etc. También puedes incluir algún objeto que te haga sentir más cómoda o relajada durante el parto, como música, aromas o una pelota de pilates.
- Elige un hospital cercano. Si tienes varias opciones para elegir dónde dar a luz, opta por el hospital más cercano a tu domicilio o al lugar donde vayas a pasar el verano. Así evitarás desplazamientos largos o complicados en caso de que se adelante el parto o surja alguna emergencia. También puedes informarte sobre los servicios y el personal que ofrece cada centro, y elegir el que más se adapte a tus preferencias y necesidades.
- Infórmate sobre el parto. Es importante que sepas qué esperar del parto, cómo reconocer los síntomas, qué fases tiene, qué opciones hay, qué complicaciones pueden surgir y cómo afrontarlas. Puedes acudir a cursos de preparación al parto, leer libros o artículos sobre el tema, consultar con tu matrona o médico o hablar con otras madres que hayan pasado por la experiencia. Así podrás resolver tus dudas, tomar decisiones informadas y sentirte más segura y confiada.
- Haz un plan de parto. Un plan de parto es un documento donde puedes expresar tus deseos y expectativas sobre cómo quieres que sea tu parto. Puedes incluir aspectos como el tipo de parto que prefieres (natural, con epidural, en el agua, etc.), quién quieres que te acompañe, qué intervenciones médicas aceptas o rechazas, cómo quieres que sea el contacto con tu bebé tras el nacimiento, etc. No se trata de un contrato vinculante, sino de una guía orientativa que puede ayudarte a comunicarte con el equipo sanitario y a sentirte más respetada y protagonista de tu parto.
Precauciones para dar a luz en verano
- Cuida tu piel. El embarazo produce cambios hormonales que pueden afectar a la pigmentación de la piel, provocando manchas o cloasma. Estas manchas pueden acentuarse con el sol, por lo que es importante protegerse bien la cara y otras zonas sensibles. También hay que tener cuidado con las estrías, que son roturas de las fibras elásticas de la piel por el estiramiento de la barriga. Para prevenirlas o atenuarlas, se recomienda hidratar bien la piel con cremas o aceites específicos y evitar los cambios bruscos de peso.
- Evita las infecciones. El calor y la humedad favorecen la proliferación de bacterias y hongos, que pueden causar infecciones como la cistitis o la candidiasis. Estas infecciones pueden ser molestas y peligrosas para el embarazo y el parto, por lo que es importante prevenirlas y tratarlas adecuadamente. Para ello, se aconseja beber mucha agua, orinar con frecuencia, mantener una buena higiene íntima (sin usar productos irritantes), usar ropa interior de algodón y cambiarla a menudo, evitar las piscinas públicas o los baños compartidos y consultar con el médico ante cualquier síntoma.
- Controla tu tensión arterial. El embarazo puede provocar alteraciones en la presión arterial, como la hipertensión o la preeclampsia. Estos trastornos pueden ser graves para la madre y el bebé, y pueden empeorar con el calor. Por eso, es importante controlar la tensión arterial regularmente, seguir una dieta baja en sal y grasas, evitar el estrés y el sedentarismo y acudir al médico si se presentan síntomas como dolor de cabeza, visión borrosa, hinchazón de manos o pies o dolor abdominal.
Dar a luz en verano puede ser una experiencia maravillosa si se siguen estos consejos, pautas y precauciones. Lo más importante es cuidarse bien, disfrutar del momento y prepararse para recibir al nuevo miembro de la familia con ilusión y amor.
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