Una monja se ‘cuela’ en las fiestas de Canamunt y Canavall de Palma
Los integrantes del equipo Canamunt se toparon con una divertida monja en su camino hacia La Catedral
Palma vivió este pasado domingo su popular fiesta acuática Canamunt y Canavall. Cientos de personas vestidas de rojo o amarillo se acercaron a la Catedral de Mallorca para disfrutar de esta neofiesta organizada por el colectivo Orgull Llonguet y encargada de cerrar el verano mallorquín entre pistolas de agua.
Como es habitual, dos bandos se reúnen bajo La Seu para batirse en una divertida guerra de agua. Pero antes los contendientes ambos vestidos con sus respectivos colores representativos, calientan motores en sus plazas de Palma y se preparan para la batalla antes de emprender su camino hacia el Parc de la Mar.
Canavall, vestidos de color amarillo, se reunió y festejó en la plaza Drassana, mientras que Canamunt, de rojo, hacían lo propio en la plaza Sant Jeroni. Fueron estos últimos los que, de camino hacia La Catedral, vivieron un divertido episodio al pasar por un convento.
Sobre las 16:30 horas, los integrantes de Canamunt se toparon inesperadamente con una monja de clausura. Asomada por la ventana de su convento, la monja empezó a bailar y saludar a los jóvenes que por allí pasaban de camino a la batalla final del Parc de la Mar.
Entre vítores y saludos, los integrantes del equipo rojo le siguieron el rollo a la monja, quien miró al cielo para rezar a Dios y pedirle al Altísimo fuerzas para el equipo Canamunt para la batalla de agua final en La Seu. Algunos de los combatientes grabaron la escena con su móvil para inmortalizar el momento.