El macromódulo de Sánchez para inmigrantes en el puerto de Palma: 600 m² frente al exclusivo Club de Mar
El Gobierno prepara un gigantesco módulo en las instalaciones portuarias para alojar con todas las comodidades a ilegales
En lugar de solucionar el caos migratorio que azota a Baleares, parece que el Gobierno de Pedro Sánchez quiere perpetuarlo. Y es que el Ministerio de Migraciones que dirige la socialista Elma Saiz ha anunciado que en las próximas semanas abrirá un macromódulo de 600 metros cuadrados en Palma para acoger temporalmente a los inmigrantes ilegales que llegan a las Islas en patera.
En concreto, este gigantesco centro estará ubicado en el puerto de Palma, frente al exclusivo y recién renovado Club de Mar, una zona comercial y de ocio del Paseo Marítimo de la capital balear situado cerca de las estaciones marítimas donde atracan diariamente cruceros y ferrys repletos de turistas.
El Ejecutivo central destinará hasta siete millones de euros para la construcción de unos módulos que buscan ser una solución temporal para estos inmigrantes ilegales, muchos de ellos trasladados de manera gratuita a la Península después de pasar varios días en Mallorca.
Por si fuera poco, el Gobierno también instalará estos módulos, aunque no del tamaño de los del puerto de Palma, en los puertos de Ibiza y Formentera, islas que también reciben prácticamente cada semana oleadas de pateras repletas de magrebíes y subsaharianos.
La instalación del puerto de Ibiza ocupa una extensión aproximada de 500 metros cuadrados, con una capacidad para la pernoctación de unas 120 personas, y la de Formentera, de unos 230 metros cuadrados, podrá albergar una veintena de personas. Ambas dispondrán de espacios específicos para el alojamiento de mujeres y menores, separados del resto de adultos, y estarán dotadas de los servicios de seguridad, higiene y climatización correspondientes.
Tras conocer este anuncio, el diputado nacional de Vox por Baleares, Jorge Campos, ha manifestado que esta decisión provocará un «efecto llamada para las mafias de la inmigración ilegal» y disuadirá a «turistas, residentes, comerciantes, trabajadores y empresarios» de la zona del Paseo Marítimo de Palma.
Hasta ahora, los inmigrantes que esperaban su traslado a la Península se hacinaban en la Estación Marítima número 3 del puerto de Palma. Cientos de ilegales pasaron la noche en estas instalaciones mientras la Delegación del Gobierno, a través de Cruz Roja, les proporcionaba comida y cena gratis.
La presencia de estos inmigrantes en el puerto de Palma provocó numerosos problemas de seguridad. Se registraron destrozos y suciedad en el hall y los baños quedaron totalmente destrozados. Además, también causaron estragos en los negocios y locales de la zona.