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Los hoteleros cargan contra Armengol por no invertir 483 de los 700 millones recaudados con la ecotasa

Denuncian que el turismo está pagando las consecuencias de dos décadas de inacción pública

Critican que en Baleares la población haya crecido un 52% desde el 2000 y la vivienda sólo un 21%

  • Indalecio Ribelles
  • Redactor de OKBaleares, información local de Palma, social y política. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

Los hoteleros de Mallorca cargan contra el Govern de la socialista Francina Armengol por no invertir y guardar en un cajón 483 de los 700 millones recaudados con la ecotasa entre 2017 y 2023.

El presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Javier Vich, ha alzado este jueves la voz en el foro Retos y futuro del turismo de sol y playa en España celebrado en Madrid. Ha reclamado «acción inmediata, planificación y valentía política» para afrontar los problemas reales que afectan al sistema turístico y ha denunciado que «el turismo está pagando las consecuencias de dos décadas de inacción pública».

Vich ha resumido la raíz del problema en dos ejes: vivienda y movilidad. «En Baleares la población ha crecido un 52% desde el año 2000 (400.000 personas más) y la vivienda sólo un 21%. A esta presión se suman los que compran para segunda residencia y los que compran para vivienda vacacional. Son tres palancas de demanda que explican el problema actual de acceso a la vivienda», ha señalado.

En cuanto a movilidad, ha sido igual de contundente: «Seguimos con las mismas infraestructuras de hace 25 y 50 años. Con este crecimiento demográfico y el parque automovilístico más alto de Europa, el colapso es inevitable. Los residentes ven cómo los accesos, los parkings y los servicios públicos están desbordados».

El presidente de la FEHM ha criticado que mientras tanto, «se sigue señalando al turismo como único culpable en cada debate político en el Parlament, sin que nadie asuma la falta de planificación ni de coordinación administrativa durante años».

Especialmente rotundo ha sido Vich al denunciar la gestión de la ecotasa. «Entre 2017 y 2023 se recaudaron 700 millones. Descontando los fondos de la pandemia, aún quedan 482 millones de euros recaudados y no ejecutados. Ese dinero está parado. Hemos cobrado a los turistas una tasa explicándoles que era para preservar el destino, les hemos mostrado folletos de a dónde iría su dinero, pero el dinero está guardado en un cajón. Y eso, en mi opinión, tiene responsables políticos muy concretos. No es un problema de financiación, es un problema de gestión».

Vich ha hecho un llamamiento a abandonar los diagnósticos interminables y a impulsar un verdadero Plan Estratégico de Transformación Turística nacional, fruto de la cooperación público-privada y de la alineación de todas las administraciones (local, insular, autonómica, estatal y europea).

«Sabemos lo que hay que hacer. El sector privado ha invertido 3.500 millones en la modernización de la oferta hotelera en Baleares. El 70% de la planta es ya de 4 y 5 estrellas. El 20% de los establecimientos permanece abierto todo el año. Donde el sector privado ha tenido margen, ha actuado. Ahora le toca al sector público asumir su responsabilidad y empezar a gestionar», ha concluido.

Estas críticas se unen a las realizadas esta semana por el presidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, que calificó el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) como el «gran engaño» después de que un informe de la Sindicatura de Cuentas revelara que entre 2017 y 2023 sólo se haya ejecutado el 12,3% de lo recaudado.

Escarrer llamó además la atención sobre la alerta del órgano de control sobre «graves problemas y fallos» en la gestión del impuesto sin que se haya podido comprobar si los importes informados han sido realmente ejecutados en la forma y cuantía indicadas.

«¿A qué se ha dedicado, entonces, el dinero que durante años hemos venido exigiendo, rigurosamente, a nuestros clientes, bajo riesgo de ser sancionados, explicándoles, incluso con folletos elaborados al efecto, que el mismo se destinaría a mejorar el entorno, básicamente medioambiental, de nuestras preciosas y vulnerables islas? ¿Nos han hecho partícipes involuntarios de un engaño? ¿No habría tal vez que devolver dichos importes, una vez comprobado que no se han invertido en aquello que se les aseguró?», se preguntó.

Tras considerar que hasta ahora era «políticamente incorrecto» criticar la ecotasa, Escarrer exigía una «reflexión honesta» sobre si este impuesto es realmente la mejor manera de mejorar el modelo económico y social de Baleares. «Si se mantiene el impuesto, exijamos al menos una gestión pulcra, transparente y eficaz», concluyó.