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LA BUENA SOCIEDAD

Una escultura de Felipe VI para el Círculo Mallorquín

La entrada del Círculo Mallorquín se ha visto enriquecida con una espectacular escultura de Felipe VI, obra del escultor mallorquín Lolo Garner, artista con nombre de torero, pues Malo Granero se llama realmente, el gran maestro y mago de las nuevas tecnologías y de la técnica que denomina «opticinética», que aplica a los más variados metales, resaltando unos efectos de perspectiva y movimiento a las esculturas tan sorprendentes que impresionaron a los propios Reyes de España, quienes no dudaron en colocar dos de sus grandiosas esculturas, de 2,20 metros de alto por 2 metros de ancho y 400 kilos de peso, hechas en láminas de acero, frente a la escalera donde posan con las autoridades y visitas que acuden a su real casa.

Las obras dan un moderno y majestuoso esplendor a los reales jardines del Palacio de la Zarzuela. Primero se instaló en agosto de 2021 la del Rey Felipe VI, situada al lado del mástil de la bandera donde las visitas se hacen las fotos oficiales. Unos pocos años después, en 2024, y como no podía ser de otra manera, el artista mallorquín regaló también al Patrimonio Nacional, otra escultura similar, pero en esta ocasión con la figura de la Reina Letizia, que, según le dijo el propio Lolo Garner a Felipe VI, «Majestad, la escultura de la Reina creo que me ha quedado mejor que la suya», comentario que aceptó sonriente el Rey respondiéndole: «Más nos interesa a los dos».

El escultor mallorquín Lolo Garner junto a su obra en el Círculo Mallorquín. 

No acaba aquí la historia, al revés, comienza. Cuando Lolo llevó e instaló la escultura a la Zarzuela, y una vez supervisada por el Rey, éste le dijo: «¿No crees que a mi lado falta la escultura de la Reina?». Inmediatamente el artista se puso a trabajar y hoy presiden juntos el jardín. Esta anécdota tan intima sirve para que descubramos a un matrimonio bien avenido y sobre todo a un Rey detallista y por lo que parece muy capaz de valorar el trabajo de su esposa, a la que quiere a su lado, reforzándole. No es baladí este tema romántico en los tiempos que corren.

Ignacio Deyá, Judith Aveira y José Fernández.

Precisamente, dos réplicas de menor tamaño se han instalado muy recientemente en la entrada del Museo de la Guardia Real que está en el Palacio del Pardo, también en Madrid, y ahora ha sido el Círculo Mallorquín quien ha recibido, a través del Círculo de Bellas Artes, la esplendorosa donación de otra réplica de la escultura de Felipe VI, que en un gran acto se descubrió y presentó el miércoles pasado en el propio Círculo con una gran concurrencia de personalidades, socios y amigos de la veterana y decana entidad sociocultural, que en agosto del próximo año conmemorará sus 175 años de historia ininterrumpida como referente de la sociedad mallorquina.

Antes de descubrirse la escultura, intervinieron Ignacio Deyá, presidente del Círculo Mallorquín, quien basándose en un profundo estudio realizado por el historiador Jaume Munar Arrom, hizo un breve recorrido por las numerosas visitas, relaciones y vinculaciones del Círculo con la Familia Real y de distintas monarquías europeas. Recordó, entre otras anécdotas, el famoso episodio de cuando la segunda visita de Alfonso XIII, en la que el presidente de entonces, el marqués del Palmer, ante la necesidad de agasajar como se merecía a su majestad y los escasos recursos financieros de los que se disponía, sentenció con la célebre e histórica frase: «Se hará lo que se deba y se deberá lo que se haga». Grande.

Los asistentes al acto en el Círculo Mallorquín.

Seguidamente intervino José Fernández, presidente de la Hermandad Nacional Monárquica de España, y cerró la historiadora del arte Judith Aveira, vicepresidenta del Círculo de Bellas Artes de Palma, representando a su presidente Pedro J. Lorente, quien no pudo asistir por una indisposición de última hora y de quien leyó unas sentidas palabras de agradecimiento hacia la generosa donación de Lolo Garner con motivo de la cercanía de los 75 años de existencia del Círculo de Bellas Artes de Palma y su deseo de intensificar las relaciones culturales entre las dos entidades.

Carlos Núñez de Prado e Ignacio Deyá.

Además, resaltó el reconocimiento de hermandad entre las mismas, recordando que precisamente el Círculo de Bellas Artes se constituyó en la antigua sede del Círculo Mallorquín, hoy Parlamento balear, para cerrar el acto con las siguientes palabras: «De Círculo a Círculo, de presidente a presidente, por ese vínculo cultural que nos une y que nutre de conocimiento y sabiduría al ser humano, una emoción constante a la que nos entregamos, quienes amamos y celebramos el arte… Hoy 19 de febrero de 2025, como presidente del Círculo de Bellas Artes tengo el honor de hacer entrega al presidente del Círculo Mallorquín, Ignacio Deyá, de una pieza que es una réplica de la instalada en los jardines del Palacio de la Zarzuela, junto con otra similar de la Reina Letizia». Seguidamente se pasó a descubrir la escultura, que fue objeto de gran admiración por todos los asistentes.