Un hombre de 31 años que dejó embarazada a una niña de 13 alega en el juicio que era «muy madura»
La Audiencia de Jaén ha juzgado este jueves a un hombre de 35 años acusado de abuso sexual por mantener una relación de pareja con una niña de 13 años con la que llegó a tener una hija. El varón ha alegado en el juicio que era «muy madura» para su edad. La Fiscalía pide para él seis años de cárcel.
El acusado, que se encuentra en prisión por otros delitos, mantiene actualmente la relación con la chica, que cuenta ahora con 18 años. Según ha afirmado, le es imposible «prescindir» de ella. La joven ha señalado que no fue el primer hombre con el que mantenía relaciones sexuales.
Los hechos -ya juzgados y a la espera de sentencia- se remontan a principios de 2018, cuando el acusado tenía 31 años y comenzó una relación con la menor que, según la declaración del acusado, le dijo que tenía 17 años, edad que él no puso en duda cuando unos amigos se la presentaron.
La verdadera edad de la niña, según ha afirmado ante el tribunal, la descubriría meses después, cuando la menor sufrió una crisis epiléptica y fue tratada en el área de pediatría del Hospital. «Ya era tarde», ha lamentado, porque «para mí ya era muy difícil prescindir de ella».
La hija, en adopción
La niña y el acusado llegaron a vivir con la familia de ella, que permitía una relación en la que la menor llegó a quedarse embarazada con 14 años recién cumplidos. La hija de ambos les fue retirada por los servicios sociales y ya ha sido entregada en adopción.
La relación se vio interrumpida unos meses cuando el acusado entró en prisión en 2019, aunque la retomaron nuevamente desde la cárcel. A día de hoy tanto él como ella aseguran que siguen juntos y «enamorados».
El procesado ha manifestado que la menor no aparentaba 13 años y que era «muy madura» para su edad. Asimismo, ha negado haberla obligado a mantener relaciones sexuales con él. «Todo fue consentido. Yo la quería y no paré a preguntarme nada», ha añadido.
La joven ha declarado por videoconferencia, apuntando que su ahora pareja no fue el primer hombre con el que mantuvo relaciones sexuales. «A mí me apetecía, lo quería y a día de hoy lo sigo queriendo», ha defendido, pronunciando ante el tribunal otras frases como «me lo ha dado todo», «con nosotros se portaba muy bien» o «estaba enamorada de él y sigo enamorada».
También ha comparecido en calidad de testigo la madre de la joven, que ha apuntado que su hija, a pesar de tener 13 años, «tenía la mentalidad de una persona de 20 años». Ha recalcado que ella no veía bien la relación, pero «si ellos se gustaban y se querían, qué iba a hacer».
El caso se destapó cuando desde el instituto en el que estudiaba ella se contactó con servicios sociales por considerar que la niña podía estar siendo víctima de una situación de violencia sexual. Posteriormente se quedó embarazada e incluso tuvo que entrar en un centro de protección de menores.
La Fiscalía ha calificado los hechos como un delito de abuso sexual por el que reclama para el acusado seis años de prisión, prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima por un tiempo de siete años superior a la pena de cárcel impuesta y cinco años de libertad vigilada, además del pago de 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil.
Por su parte, la defensa ha abogado por la libre absolución por considerar que el acusado y la joven conforman un núcleo familiar donde no ha habido abusos sexuales dado que «las relaciones fueron plenamente consentidas».
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