Condenan a dos directivos por quedarse 7.400 vaginas de imitación de una empresa de juguetes eróticos
Desviaron 22 palés a una nave de Toledo y más de 2.000 juguetes a una vivienda de Dos Hermanas


La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos ex directivos de la empresa de juguetes eróticos Fleshlight, con sede en Dos Hermanas, a sendas penas de prisión por quedarse con 7.400 vaginas de imitación usadas como masturbadores masculinos. La mercancía desviada tenía un valor de reposición de unos 44.000 euros. Ambos ex directivos han sido condenados por un delito de apropiación indebida.
La empresa era propiedad de la mercantil estadounidense Interactive Life Forms, con sede en Austin (Texas), que en 2010 decidió abrir una nueva fábrica en Europa para expandir su negocio de juguetes eróticos. El lugar elegido fue la provincia de Sevilla. En diciembre de 2012, dos directivos de la empresa se pusieron de acuerdo para hacer acopio de 22 palés, que en lugar de destinarse a la cadena de producción se trasladaron a una nave en Seseña (Toledo).
Veinte de esos palés contenían un total de 7.200 unidades de un producto denominado manga que imitaba los genitales femeninos; otros dos palés contenían envoltorios varios. El valor de reposición de la mercancía ascendía a 32.200 euros. Además, uno de los acusados mantuvo en su casa de Dos Hermanas otras 2.160 unidades de este juguete erótico, cuyo valor de coste de reposición era de 11.500 euros.
La empresa, personada como acusación particular, comprobó que los últimos inventarios que recogían esa mercancía habían sido borrados. Semanas después, los acusados comunicaron a la empresa la ubicación de toda la mercancía desviada, recalcando que los juguetes eróticos no se encontraban dañados y podían volver a comercializarse.
Meses después, las 7.200 unidades que estaban en la nave de Seseña se devolvieron a la empresa, aunque las que estaban en el domicilio de Dos Hermanas nunca aparecieron. La compañía aseguradora pagó 12.000 euros a Fleshlight.
El juicio oral, celebrado a finales de octubre de 2024, se dirigió contra ocho procesados y se prolongó durante siete sesiones. Se les acusaba de delitos de apropiación indebida, estafa, falsedad documental, daños informáticos y pertenencia a grupo criminal, ya que estaban inmersos en otras presuntas irregularidades denunciadas por la empresa.
Finalmente, la Audiencia de Sevilla condena a Pedro Enrique, ex director del departamento de Ventas y Distribución, a cinco meses y medio de cárcel por apropiación indebida. Además, deberá abonar 11.500 euros más intereses a la compañía aseguradora que cubrió el apoderamiento ilícito de la mercancía. La Audiencia condena también a Donato, ex director del departamento de Producción, a cuatro meses de prisión por el mismo delito. El resto de acusados han quedado absueltos.
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