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Descubre qué método de carga es mejor para tu móvil: cable o inalámbrico

  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Desde hace unos años, los dispositivos móviles incorporan el sistema de carga inalámbrica en muchos modelos, y ahora es algo bastante habitual. En este artículo quiero mostrarte cuáles son los pros y contras de cada sistema de carga para que puedas tomar la decisión de apostar por el método que más te convenga.

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Fue en 2017 cuando conseguí mi primer cargador inalámbrico, y aquello me parecía algo mágico. Poder estar trabajando y tener el móvil en posición horizontal, cargándose, parecía ciencia ficción, aunque en realidad es una tecnología muy sencilla. Sin embargo, pronto me di cuenta de que la carga inalámbrica no era precisamente un prodigio de rapidez.

Particularmente, aunque ya han pasado siete años desde que conseguí mi primer cargador inalámbrico, prefiero apostar por la carga por cable en la medida de lo posible. La razón es muy simple, los tiempos se reducen de manera espectacular. Esto se debe a que prácticamente toda la energía se transmite al dispositivo, con un coeficiente de pérdida mínimo.

En el caso de la carga inalámbrica, la lentitud también está justificada, ya que se puede llegar a perder hasta un 30 % de la energía durante la transmisión. Los fabricantes están trabajando para producir dispositivos más eficientes, y esto es algo que he notado en los últimos modelos que he probado.

La carga por cable se beneficia también de ser un sistema mucho más universalizado. Encontrar un cargador y un cable es muy sencillo, mientras que la carga inalámbrica no está disponible en todos los teléfonos móviles. Además, al buscar un cargador inalámbrico, debes tener en cuenta factores como la potencia máxima que admite tu dispositivo.

Actualmente, los tiempos de carga mediante cable se han reducido, y hay teléfonos capaces de pasar de 0 a 100 % en solo 30 minutos. Ahora bien, estas velocidades espectaculares deben utilizarse de manera puntual, ya que la degradación de la batería puede acelerarse. Normalmente, cuando estoy trabajando y no tengo demasiada prisa, conecto el cable de carga al hub que tengo en mi equipo, y el dispositivo se recarga a un ritmo muy constante y pausado.

Cuando voy a salir y veo que necesito suficiente batería, apuesto por el cargador de 20 W y un cable de buena calidad para que la carga no se demore y sea uniforme.

Particularmente, prefiero el sistema de carga del móvil por cable por todas las razones que he descrito: es mucho más eficiente, rápido y efectivo. Ahora bien, aunque no tengo ningún cargador inalámbrico de mesa, sí dispongo de una batería externa que carga de esta forma. Ideal para esas ocasiones en las que voy a estar fuera de casa bastante tiempo y sé que con el porcentaje de batería que tengo en el móvil no llegaré al final del día.

Creo que la combinación de ambos sistemas de carga es la más eficiente para tu móvil; sin embargo, para esos momentos en los que no tengo ninguna prisa, el cable sigue siendo mi tecnología favorita.