Sucesos
'CASO PEPE LOMAS'

La colecta para Pepe Lomas, el jubilado condenado por matar a un ladrón, recauda 45.000 € en una semana

Abren una colecta para que el jubilado condenado por matar a un ladrón pueda pagar la indemnización

La colecta popular para evitar que Pepe Lomas pierda su casa ya ha conseguido reunir 45.000 euros

El jubilado que mató a un ladrón armado en su casa: rebajan los 6 años de cárcel a 9 meses

La colecta popular para Pepe Lomas, el jubilado condenado por matar a un ladrón que entró a robar en su casa de Ciudad Real, ya ha conseguido la mitad de su objetivo en menos de una semana. La ciudadanía se ha volcado con el librero jubilado de Ciudad Real y con 82 años Pepe Lomas no tendrá que vender su casa para pagar la indemnización de 52.000 euros con intereses a la familia del ladrón fallecido.

Con el nombre «José Manuel Lomas», la colecta popular está batiendo récords y ha recaudado 45.000 euros en sólo una semana. El objetivo de la colecta puesta en marchar por el equipo legal que defendió al jubilado en los tribunales, es llegar a los 80.000 euros para que pueda pagar la indemnización a la que fue condenado, los intereses, las costas del juicio y sufragar los gastos médicos derivados del agravamiento de su dolencia psiquiátrica.

El jubilado sobrevive con una pensión mínima de 600 euros y no tiene recursos para afrontar la indemnización que le impuso la sentencia condenatoria por matar al ladrón que entró en su propiedad. Además, Pepe Lomas con 82 años sufre un trastorno delirante paranoide que le hace vivir con miedo constante, creyendo que aún intentan hacerle daño en su casa.

Se ha agravado su salud mental

«La situación por la que pasó durante el suceso, los dos años que pasó en prisión provisional y el posterior juicio han agravado su salud mental y emocional», advierte la psicóloga forense Ana Isabel Gutiérrez.

Pepe Lomas durante la reconstrucción del homicidio.

«En el caso de José Lomas se pudo producir un error judicial imperdonable, al no entender que estábamos ante una persona con un diagnostico paranoide y así lo demuestran las cartas que enviaba desde 1999 a la Policía Nacional en las que se podía leer como vivía obsesionado con que entraran a robar en su casa y le destrozaran sus cultivos. Se nota en la presencia de cadenas, candados y algo imposible de obviar es que la casa tenía todas los accesos tapiados a excepción del que utilizaba para entrar y salir. Leer esto en el acta de Inspección Ocular ya debería haber hecho plantearse a los forenses que el Sr. Lomas podía estar afectado de una patología mental», detalla Gutiérrez.

El letrado del jubilado condenado por matar al ladrón, Juan Manuel Lumbreras explica en un comunicado: «Queremos asegurar que pueda vivir sus últimos años con dignidad y tranquilidad. Que José no tenga que vender su vivienda para poder afrontar dicho desembolso. Cada donación, por pequeña que sea, cuenta. Este es el enlace: https://gofund.me/2af20ce8. Si no puedes contribuir económicamente, por favor, comparte esta campaña con tus contactos. Juntos podemos marcar la diferencia en la vida de José. Gracias por tu solidaridad».

El jubilado que disparó al ladrón

Pepe Lomas es un librero jubilado de 82 años que vivía solo en su finca de La Atalaya, en Ciudad Real. Sufría una enfermedad mental desde hacía años, pero no tenía conciencia de la misma,  no contaba con ningún tratamiento ni seguimiento por parte de los servicios sanitarios ni sociales. Vivía sólo en su casa de campo con miedo permanente a que le entraran a robar, con la ventana del dormitorio tapiada y dos escopetas de caza a mano para defenderse.

Nelson y Pepe Lomas, la víctima y el jubilado de Ciudad Real.

La madrugada del 1 de agosto del año 2021, un ladrón entró en la propiedad del jubilado con la intención de robar. Nelson, ex militar hondureño y ladrón reincidente con antecedentes policiales por agresión sexual, había intentado matar a un ciclista unos meses antes.

Pepe Lomas escuchó ruidos, salió al patio de su propiedad y al ver al ladrón con una sierra mecánica en las manos, aterrorizado y sintiéndose amenazado, disparó dos veces al intruso causándole la muerte.

Tras pasar casi diez meses en prisión provisional con 79 años, el librero fue condenado  a seis años y tres meses de prisión y a pagar más de 150.000 euros en concepto de responsabilidad civil. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha revisó la sentencia, reconociendo que actuó en legítima defensa, aunque de forma desproporcionada, y que padecía un trastorno mental que afectó su percepción de la amenaza.

La condena se redujo a nueve meses de prisión que ya había cumplido previamente cuando estuvo en prisión preventiva. La indemnización se rebajó a 52.000 euros, más los intereses y las costas del procedimiento.