Sucesos

Batalla campal entre ‘envuelvemaletas’ clandestinos en el aeropuerto de Barcelona: cuatro detenidos

Uno de los contendientes resultó herido tras caer al suelo y producirse una brecha en la cabeza

Un numeroso grupo de envuelvemaletas clandestinos se enzarzó este sábado en una multitudinaria pelea en el aeropuerto de Barcelona, ante la atónita mirada de los pasajeros que se encontraban en el lugar. Algunos de ellos grabaron el episodio, imágenes que muestran lo violento de la trifulca, que se saldó con cuatro detenidos y al menos un herido.

Uno de quienes participaron en el enfrentamiento acabó cayendo al suelo, lo que le provocó una brecha en la cabeza. El altercado no dejó consecuencias más graves gracias a la intervención de varios policías autonómicos de paisano que se encontraban en el aeropuerto, a los que se unieron agentes pertenecientes al dispositivo de seguridad de estas instalaciones.

No es la primera vez que se producen violentas disputas entre estos embaladores clandestinos de maletas, que ofrecen sus servicios a los pasajeros para plastificar el equipaje con el que viajan y así protegerlo en los traslados, a cambio de una pequeña cantidad de dinero en forma de propina.

Compiten entre sí por ocupar los mejores lugares del aeropuerto, aquellos en los que tienen acceso a más viajeros. El ímpetu que ponen por hacerse con puntos estratégicos es objeto de disputas que, en ocasiones, desencadenan altercados violentos. Lo que es totalmente inusual es un enfrentamiento tan multitudinario como el que tuvo lugar este sábado.

Los agentes que han intervenido procedieron a la detención de cuatro personas, que pasarán en las próximas horas a disposición judicial. El resto de los que participaron en esa batalla campal salieron huyendo a la carrera.

Las consecuencias del enfrentamiento pudieron haber sido aún más graves, teniendo en cuenta que estos embaladores clandestinos trabajan provistos de cúter, cuchillas con las que cortan los plásticos que utilizan. La intervención de los agentes fue lo suficientemente rápida como para que los contendientes no llegaran al punto de verse tentados en usar esas cuchillas para atacarse entre sí.