¿Qué santos se celebran hoy, viernes 10 de enero de 2025?
San Melquíades es uno de los santos que se celebran en este día
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¿Qué santos se celebran hoy, viernes 10 de enero de 2025? Cada día, la Iglesia Católica honra a personas cuya vida fue un ejemplo de fe y devoción. El 10 de enero es una fecha especial en el santoral, pues recordamos a figuras como San Melquíades, un papa que guio a la Iglesia en tiempos de transición; San Pablo de la Tebaida, pionero del monacato cristiano; San Gregorio de Nisa, un brillante teólogo y defensor de la fe; y San Juan de Jerusalén, obispo en una de las ciudades más emblemáticas para el cristianismo. Cada uno de ellos, con su vida y obra, nos deja un legado único que sigue inspirando a creyentes de todo el mundo.
En esta jornada, no sólo reflexionamos sobre su importancia histórica, sino también sobre los valores que los llevaron a la santidad. Desde la fortaleza espiritual hasta la defensa de la unidad de la Iglesia, estos santos representan diferentes maneras de vivir la fe. Sus historias nos permiten comprender mejor cómo la dedicación, la humildad y el amor a Dios pueden marcar un cambio profundo en la vida de las personas y en la historia del cristianismo. A continuación, exploramos la vida y las contribuciones de cada uno de estos santos, pero también os enumeramos al resto de santos que se celebran en este día.
San Melquíades
San Melquíades (también conocido como Milciades) fue el papa número 32 de la Iglesia Católica, liderando entre los años 311 y 314. Su pontificado coincidió con uno de los momentos más significativos de la historia cristiana: la transición entre la persecución de los cristianos y su aceptación oficial en el Imperio Romano. Durante este período, se promulgó el Edicto de Milán (313), que garantizaba la libertad religiosa y marcaba el fin de las persecuciones.
Melquíades destacó por su sabiduría y habilidad para manejar conflictos internos, como el cisma donatista, que dividía a la Iglesia en el norte de África. Fue un hombre de paz que trabajó incansablemente para fortalecer la unidad eclesiástica y consolidar la posición del cristianismo en un contexto de reconstrucción. Aunque murió en 314, su legado perdura como un símbolo de esperanza y renovación para la Iglesia.
San Pablo de la Tebaida
La vida de San Pablo de la Tebaida, también conocido como Pablo el Ermitaño, es una de las más fascinantes del cristianismo primitivo. Nacido en Egipto en el siglo III, huyó al desierto de la Tebaida para escapar de las persecuciones ordenadas por los emperadores Decio y Valeriano. Allí vivió en soledad absoluta durante más de 90 años, dedicándose por completo a la oración, la penitencia y la meditación.
San Pablo es considerado el primer monje cristiano y un precursor del movimiento monástico. Su estilo de vida inspiró a figuras como San Antonio Abad, quien lo visitó en sus últimos días y quedó asombrado por su santidad. La tradición relata que un cuervo le llevaba diariamente un pedazo de pan para su sustento, y que al morir, dos leones cavaron su tumba. Su historia simboliza la entrega total a Dios y la conexión profunda con lo espiritual.
San Gregorio de Nisa
San Gregorio de Nisa fue uno de los grandes padres de la Iglesia y un influyente teólogo del siglo IV. Nació en Capadocia (actual Turquía) en una familia profundamente religiosa, siendo hermano de San Basilio Magno y amigo de San Gregorio Nacianceno, con quienes formó el llamado «triunvirato capadocio». Estos tres santos desempeñaron un papel crucial en la defensa de la ortodoxia frente a las herejías, particularmente el arrianismo.
Gregorio fue nombrado obispo de Nisa en el año 371 y se dedicó tanto al pastoreo de su diócesis como a la elaboración de escritos teológicos y filosóficos. Su obra más conocida, ‘La vida de Moisés’, utiliza la vida del profeta como metáfora del camino del alma hacia Dios, un proceso de constante crecimiento espiritual. Además, defendió la divinidad del Espíritu Santo y la naturaleza plena de Cristo, sentando las bases de la teología cristiana que conocemos hoy.
San Juan de Jerusalén
San Juan de Jerusalén, también conocido como San Juan II, fue obispo de Jerusalén entre finales del siglo IV y principios del siglo V. Durante su episcopado, tuvo que enfrentar divisiones doctrinales como las controversias nestorianas y pelagianas, que ponían en peligro la unidad de la Iglesia. A pesar de estos desafíos, San Juan se destacó por su compromiso con la reconciliación y la defensa de la fe.
Como obispo en Jerusalén, San Juan tuvo la responsabilidad de cuidar los lugares santos y de fomentar el culto en esta ciudad tan significativa para el cristianismo. Su liderazgo fue fundamental para garantizar que los peregrinos que visitaban la Tierra Santa encontraran un lugar espiritual y bien organizado. Su vida es un ejemplo de dedicación pastoral y amor por la Iglesia en tiempos difíciles.
Otros santos que se celebran en este 10 de enero
Junto a los mencionados, en este día se celebra también a estos otros santos:
- San Petronio de Die, obispo
- San Marciano de Constantinopla, presbítero
- San Valerio de Limoges
- San Domiciano de Melitene, obispo
- San Agatón, papa
- San Arconte de Viviers, obispo
- San Pedro Urseolo
- Beato Benincasa de Cava, abad
- San Guillermo de Bourges, obispo
- Beato Gonzalo de Amarante, presbítero
- Beato Gregorio X, papa
- Beato Egidio Di Bello, religioso
- Beata Ana de los Ángeles Monteagudo, virgen
- Beata Francisca de Sales Aviat, virgen
- Beata María Dolores Rodríguez Sopeña, virgen