Ni Las Rozas ni Majadahonda: el pueblo de la sierra de Madrid en el que tienen un chalet Marieta y Suso Álvarez
Marieta y Suso disfrutan de una relación que se ha hecho muy mediática
Marieta ha ganado 'Gran Hermano' y disfruta de una situación privilegiada
La pareja está trabajando en Telecinco, en diferentes programas de la cadena
La historia de amor de Suso Álvarez y Marieta está dando mucho de qué hablar, sobre todo desde que ha salido a la luz dónde están viviendo. Desde que se conocieron en los pasillos de Mediaset, su relación ha evolucionado de manera firme y natural. Ahora, han dado un paso más en su compromiso compartiendo un hogar en una tranquila localidad madrileña. Este cambio marca un hito en su relación, permitiéndoles disfrutar de una vida más estable y cómoda lejos del frenesí de la televisión y los compromisos laborales constantes.
Aunque muchos podrían pensar que su residencia se encuentra en alguna de las zonas más conocidas de la Comunidad de Madrid, como Las Rozas o Majadahonda, la pareja ha optado por un entorno más apartado, donde pueden disfrutar de una vida relajada. Su chalet se ubica en una exclusiva urbanización de Paracuellos del Jarama, una localidad que destaca por su tranquilidad. Esta elección no ha sido al azar, ya que ambos buscaban un lugar que les permitiera estar cerca de Madrid por razones profesionales, pero que también ofreciera un ambiente sereno donde desconectar. Hay que señalar que en este pueblo también vive Belén Esteban.
La casa de Suso y Marieta
Marieta ha puesto su toque personal en la decoración de la casa, convirtiéndola en un espacio acogedor y moderno. A través de sus redes sociales, ha compartido el proceso de transformación de su nuevo hogar, mostrando cómo ha ido adaptando cada rincón a su estilo. Su pasión por la decoración se refleja en cada detalle, desde la selección de muebles hasta los pequeños adornos que aportan calidez a los diferentes espacios.
La vivienda, de estructura contemporánea, cuenta con amplios ventanales que permiten la entrada de luz natural, generando una sensación de amplitud y calidez en los espacios interiores. El diseño de la casa está orientado a la funcionalidad, con una distribución equilibrada entre las áreas comunes y los espacios privados. Cada rincón ha sido pensado para aportar confort y armonía, con una combinación de colores y materiales que invitan al descanso.
El estilo que ha escogido la pareja
Uno de los elementos más destacados es el jardín, un verdadero oasis donde la pareja puede relajarse y disfrutar de la naturaleza sin salir de casa. En este espacio exterior también se encuentra una piscina, un gran atractivo para los meses más calurosos del año y el lugar ideal para reuniones con amigos y familiares. Además, han instalado un porche con muebles de exterior donde pueden desayunar al aire libre o simplemente sentarse a disfrutar de la tranquilidad del entorno.
El estilo decorativo de la vivienda refleja una combinación de elegancia y frescura. Marieta ha apostado por una paleta de colores neutros, a la que ha incorporado detalles en tonos vibrantes como verdes y burdeos, logrando un contraste equilibrado. Su interés por la decoración y las tendencias actuales la ha llevado a renovar diversos espacios del hogar, compartiendo cada cambio con sus seguidores. También ha apostado por materiales naturales como la madera y el lino.
En el salón, el mobiliario sigue una línea minimalista y funcional. Ha elegido un gran sofá con chaise-longue, ideal para descansar y disfrutar de las noches de películas. Complementa el ambiente con una mesa de centro de madera clara y diversos textiles que aportan calidez al espacio. Además, ha dispuesto un rincón especial con fotografías que reflejan algunos de los momentos más felices de la pareja. Otro de los cambios más significativos ha sido la iluminación, ya que han optado por lámparas cálidas y luces indirectas para crear un ambiente más acogedor.
Un chalet lleno de detalles
El recibidor también ha sido objeto de una transformación significativa. Para lograr una estética armoniosa, ha optado por una consola de madera y un espejo ovalado, elementos que aportan sensación de amplitud. Pequeños accesorios decorativos, como jarrones con flores y bandejas de rafia, terminan de definir la atmósfera acogedora.