Lolita Flores, devastada tras ser víctima de un delito: da un golpe en la mesa
Lolita Flores ha destapado una estafa a través de sus redes sociales
La cantante y actriz quiere que todo el mundo sepa qué ha pasado
Lolita cuenta con el apoyo de su ejército de seguidores
Las redes sociales, convertidas en escaparates para millones de usuarios, también se han transformado en un terreno fértil para los delincuentes digitales. Esta vez la afectada ha sido Lolita Flores, quien ha vuelto a ser utilizada como reclamo en una campaña fraudulenta. La cantante y actriz, cansada de que usen su imagen sin su consentimiento, ha decidido alzar la voz para advertir a sus seguidores de un engaño en el que su nombre ha sido empleado para promocionar un supuesto tratamiento milagroso contra la artrosis. Ha dado un golpe en la mesa y lo ha contado todo.
No es la primera ocasión en que una figura pública sufre este tipo de fraudes, pero la paciencia de Lolita parece haberse agotado. Indignada ante la gravedad de la situación, la artista ha decidido actuar, aunque sin recurrir aún a la vía judicial. Su objetivo principal: proteger a sus admiradores y cortar de raíz los beneficios que los estafadores pretenden obtener a su costa.
Consciente del daño que estas suplantaciones pueden ocasionar tanto a su imagen pública como a la confianza de sus seguidores, Lolita Flores tomó la decisión de denunciar el engaño públicamente. Utilizando su perfil oficial de Instagram, una de las pocas plataformas en las que mantiene actividad habitual, la hija de Lola Flores lanzó un mensaje directo y sin rodeos para aclarar la situación.
Lolita Flores, víctima de un delito virtual
En un vídeo grabado de manera espontánea desde un taxi en Madrid, la artista expresó su hartazgo: «Me llaman para decirme que estoy anunciando un spray para la artrosis. Es absolutamente falso. Yo no tengo TikTok. Todo lo que publico es exclusivamente en Instagram y a veces en Facebook. Nada más, no tengo más redes, así que todo lo que veáis que yo anuncio fuera de Instagram es totalmente mentira. Gracias. Es que ya más burofax no puedo mandar». De esta manera, ha dejado claro que cualquier otro contenido publicitario asociado a su nombre es completamente ajeno a su voluntad y constituye un delito de suplantación.
Aunque el asunto es grave, Lolita reconoce que no dispone de tiempo ni energías para seguir enviando burofaxes o acudir a comisarías. Su prioridad, en estos momentos, es seguir adelante con sus compromisos profesionales, sin permitir que estos episodios de fraude la desestabilicen emocionalmente.