Giro radical en la vida de Eugenia Silva: de ser una importante modelo a sufrir fuertes problemas de salud
La top model internacional ha atravesado una situación muy compleja
La modelo tiene 49 años y ha dedicado su vida al mundo de la moda
Ha conseguido trabajar con Chanel, Valentino, Hugo Boss o Carolina Herrera
Durante años, el nombre de Eugenia Silva ha sido sinónimo de glamour, sofisticación y éxito internacional. Desde que comenzó su carrera en los años 90, la modelo ha logrado consolidarse como una de las grandes embajadoras de la moda española en todo el mundo. Sin embargo, su presente dista mucho de aquel ritmo frenético que la llevó a desfilar para firmas de renombre y a convertirse en la imagen de campañas globales. Hoy, su vida ha tomado un rumbo muy distinto, marcado por la tranquilidad familiar y una atención cada vez más cuidadosa hacia su bienestar físico, debido a diversos problemas de salud que la han obligado a replantearse muchas de sus costumbres.
Nacida en Madrid en 1976, Eugenia creció en un entorno intelectual y jurídico, con una familia de destacados abogados que parecían marcarle un camino claro. No obstante, ella se desvió de ese destino convencional y apostó por un futuro incierto pero apasionante. A los dieciséis años, su participación en el prestigioso certamen The Look of the Year cambió para siempre el rumbo de su vida. El primer premio, compartido con Nieves Álvarez, le permitió dar sus primeros pasos en la industria y llamar la atención de la agencia Elite, que rápidamente la incorporó a su cartera de modelos.
Ese fue el inicio de una carrera meteórica. Su belleza serena, rasgos latinos y elegancia innata captaron la atención de diseñadores como Óscar de la Renta, quien la convirtió en la imagen de su fragancia So. A partir de ese momento, Eugenia no solo triunfó en las pasarelas de España, sino que se consolidó como una modelo internacional, colaborando con casas de moda de la talla de Carolina Herrera, Chanel, Dior, Givenchy y muchas otras.
Los problemas de salud de la modelo
A lo largo de más de dos décadas, Eugenia Silva no ha dejado de trabajar. Su rostro protagonizó campañas para firmas como Escada, Clinique, Loewe o Gianfranco Ferré, consolidando una reputación intachable en el mundo de la moda. Con profesionalismo y una impecable ética de trabajo, supo mantenerse vigente cuando muchas otras desaparecían del radar. Su habilidad para adaptarse a los tiempos, su cercanía y su visión empresarial la convirtieron en mucho más que una modelo: se transformó en una embajadora de estilo y una figura pública respetada. Ahora se ha convertido en noticia debido a su problema salud. Ella misma ha confesado que sufre una dolencia estomacal que le complica su día a día.
Con el tiempo, Eugenia decidió priorizar otras facetas de su vida. La maternidad y la vida en pareja adquirieron un papel fundamental en su día a día. Junto a Alfonso de Borbón, con quien mantiene una relación estable desde hace años, ha formado una familia centrada. Sus dos hijos, Alfonso y Jerónimo, son el epicentro de sus esfuerzos y su mayor fuente de felicidad.
El hogar que han construido refleja esa búsqueda de serenidad: un amplio piso de más de 300 metros cuadrados con vistas al Parque del Oeste, en una de las zonas más exclusivas de Madrid. Aunque no tienen planes de formalizar su unión con un matrimonio, se sienten plenos con la vida que han construido juntos.
La nueva vida de Eugenia Silva
Pese a su imagen pública siempre luminosa, Eugenia ha tenido que enfrentarse a desafíos personales apartada de los flashes. En los últimos años, ha experimentado molestias estomacales persistentes que la han obligado a cambiar radicalmente su alimentación y sus hábitos de vida. Lejos de tomarlo como un obstáculo, ha decidido tomarse su salud en serio, redirigiendo sus esfuerzos hacia el cuidado integral de su organismo.