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Adiós a las limitaciones: podrás entrar al centro con tu coche viejo con este trucazo

La desorientación que viven los conductores con respecto a la pregunta sobre qué tipo de motor les conviene para su próximo vehículo está descolocando a un gran porcentaje de la población en España. Sobre todo aquellos que tienen que cambiar su coche o están cerca de tener que hacerlo se plantean se adelantar los plazos debido a las normas contra la contaminación que sean impuesto por ejemplo en Madrid. En la capital de España no podrá circular ningún coche que no tenga etiqueta medioambiental desde el 1 de enero de 2025 en una restricción en la que también entran los residentes.

Sin embargo, existe una solución para todos aquellos que se decidan por mantener su coche antiguo, ya que éste, pese a tener muchos años, se mantiene en perfecto estado para su circulación. La alternativa reside en transformar el coche para que pueda pasar a usar gas licuado de petróleo, de manera que pueda seguir funcionando con gasolina, pero que cuando lo requiera su conductor también pueda servirse de una mezcla de gases compuestos por propano y butano que se extraen del petróleo crudo.

Este tipo de combustible muy utilizado en otros países, aunque en España se ha visto eclipsado por el boom de los coches eléctricos y los coches híbridos. En territorios como Alemania, Francia, Holanda o Portugal ya se encarga muchos coches nuevos con su versión de GLP, un tipo de combustible que está llamado a competir con otros grandes en el mercado.

¿Cómo transformo un coche de gasolina a GLP?

El trayecto que hay que realizar para convertir un coche de gasolina a GLP sólo se puede hacer a través de un taller homologado para este tipo de transformaciones. Desde allí se encargarán de instalar un depósito de combustible adicional para la combinación del GLP con la gasolina aunque este segundo depósito suele ser más pequeño, y se suele alojar en la rueda de repuesto sustituida ya por un kit anti pinchazos. Además se instalará una boquilla de llenado con una entrada que se coloca junto a la de la gasolina pero que queda fina y escondida por la puerta del combustible.

También se requerirá de la instalación de tuberías adicionales para que el líquido pase hasta la zona del motor, lugar en el que hay que instalar un conversor que transforme el líquido en gas y una rampa de inyectores adicionales diferentes, a los que utiliza la gasolina para hacer funcionar el coche. Por último también habrá que sustituir la centralita que regula la inyección, y es necesario que se instale un testigo en el interior del coche que nos abierta sobre el nivel de gas y un botón con el que podamos cambiar de un combustible a otro.