Sociedad

80 euros la hora de sexo: los prostíbulos ilegales siguen funcionando en plena pandemia

Un chalet en el el mejor distrito de Madrid, el distrito de Salamanca, y 15 mujeres “trabajando” a destajo a razón de 50 euros los 30 minutos u 80 euros la hora. La policía municipal intervino en el chalet que a día de hoy ha vuelto a su rutina. Es el último ejemplo de prostíbulos encubiertos que siguen funcionando durante la pandemia de Covid gracias a miles de clientes sin escrúpulos.

La fachada es la de un chalet de lujo y el interior dispone de nueve habitaciones a las que se accede a través de pasillos y escaleras adornadas con luces sugerentes tras pasar por la cocina que funciona presuntamente como una barra de copas. OKDIARO ha descubierto la vivienda en la calle  Brescia del distrito madrileño de Salamanca. Es éste que ven en las imágenes. Los vecinos hace meses que son testigos del trasiego de mujeres jóvenes y clientes. Algunos llegan para quedarse unos minutos, otros alargan pasando la hora en su interior, y muchos otros arriban en sus coches para recoger a las mujeres que salen de su interior.

Ellas lo niegan, muy jóvenes y de nacionalidad extranjera aseguran que sólo comparten éste chalet cuyo alquiler está al alcance de muy pocos. Pero los vecinos discrepan y hartos llamaron a la policía municipal que se presentó en la vivienda. Las mujeres dejaron pasar a los agentes voluntariamente y les repitieron su versión de los hechos, en el interior los agentes se encontraron con algo diferente: El chalet figuraba como local y no como vivienda. Luces tenues, nueve habitaciones con baño individual. Las mujeres insistieron que allí se celebraban encuentros sexuales entre amigos pero finalmente admitieron que era por dinero. El precio era de 50 euros los 30 minutos y 80 euros la hora. Las habitaciones las alquilaban las  mujeres y en sus paredes colgaban carteles referentes a la actividad sexual.  Ni llevaban mascarillas y por supuesto incumplían la prohibición de reunirse más de seis personas en una vivienda.

El asunto es que desde las asociaciones que representan a las trabajadoras del sexo alertan de que el caso de éste chalet ubicado en uno de los barrios más lujosos de Madrid no es el único. Ante la pandemia las redes de prostitución se han refugiado en el interior de viviendas que han multiplicado su número en Madrid y otras ciudades. La otra modalidad que ha descubierto recientemente la policía municipal de Madrid es el alquiler de locales de fiesta o bares de copas durante días puntuales para hacerlos funcionar como prostíbulos. Aunque nadie ha llegado tan lejos como los que fueron descubiertos hace unos días en la estación del AVE de Zaragoza usando un local de dicha estación como local para intercambio de parejas.