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Sentadillas de puntillas: un ejercicio completo que permite tonificar, adelgazar y dar fuerza

Las sentadillas son uno de los ejercicios de piernas más completos y recomendables. Cuando comenzamos a hacer actividad física, suelen aparecer entre los primeros que nos aconsejan quienes nos asisten; y rara vez faltan en la rutina dedicada al tren inferior. Suponiendo que las domines, o que quieras complementarlas, te explicamos por qué debes hacer sentadillas de puntillas.

Esta variante del entrenamiento típico es útil para ganar fuerza y equilibrio; y ayuda a evitar lesiones. La principal diferencia es que en este caso tienes que colocarte en puntas de pie en vez de dejar los pies completamente planos. Este pequeño cambio implica que se contraigan los músculos de la pantorrilla y el cuádriceps, y se involucren más articulaciones.

¿Cómo hacer una sentadillas de puntillas?

Es recomendable para todos aquellos que tienen problemas para mantener el equilibrio. Cuando tengas control de tu cuerpo, puedes pasar de las sentadillas de puntillas a las sentadillas clásicas e incluso añadir peso. Pero antes tienes que adoptar esta técnica de la forma correcta para que los grupos musculares involucrados no te duelan.

Para ello, ponte erguido con los pies separados respetando el ancho de los hombros. Levanta lentamente los talones del suelo hasta ponerte de puntillas, y baja poco a poco tus piernas flexionando las rodillas. Con el tronco recto, baja hasta donde puedas y levanta suavemente el cuerpo hasta volver a la posición inicial. Si sueles hacer las sentadillas tradicionales, son prácticamente iguales.

En el inicio notarás que te cuesta mantenerte parado y hasta puede que te inclines hacia alguno de tus lados. Generalmente una de nuestras piernas posee más equilibrio que la otra, por lo que no es nada extraño que pase esto.

Todo son beneficios

En esta variante, los músculos que se contraen principalmente son las pantorrillas y los cuadríceps o muslos delanteros. También trabajas los glúteos y los isquiotibiales, o muslos traseros, y el erector de la columna. Sin contar los gemelos, decisivos para mantenerte en puntillas en éste como en cualquier otro método. Sin embargo, lo ideal es complementar las sentadillas.

Es que en las clásicas se esfuerzan más los glúteos, los isquiotibiales y el erector de la columna; mientras que en estas en la de puntillas se obtienen mejores resultados en los gemelos, las pantorrillas y los cuádriceps. Por eso debes combinarlas.

Y una vez que puedas mantenerte en puntillas y subir y bajar, deberías añadirles algo de peso con un chaleco o una mancuerna.