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Primeras navidades normalizadas desde 2019: ¿En qué punto está la pandemia?

España encara las primeras navidades normalizadas desde el estallido de la covid, con una incidencia estable y menor impacto hospitalario gracias a que resiste la inmunidad contra la infección grave, según los expertos, que insisten en la cuarta dosis para los más vulnerables porque las fiestas propiciarán más contagios.

Hace poco más de un año (a principios de diciembre), tras meses de relativa normalidad, y aún con el uso obligatorio de mascarillas, ni España ni el resto del mundo esperaban que el reciente hallazgo de ómicron en un laboratorio sudafricano de Johannesburgo desatara nuevamente el pánico mundial.

España se encontraba entonces con un nivel de incidencia relativamente bajo -menos de 200 casos por cada cien mil habitantes- y un panorama hospitalario que hacía difícil presagiar lo que vendría en las semanas posteriores y que empeoró tras las celebraciones navideñas.

Una situación que los expertos creen que no hay que olvidar, así como que tampoco hay que retirar el foco del Sars Cov2, porque el virus mantiene su evolución con nuevos linajes y sublinajes y a ciencia cierta solo hay hipótesis sobre su futuro.

CONVIVIR CON EL VIRUS

Seguiremos conviviendo con el virus, por lo que recomiendan seguir realizando pruebas diagnósticas, e indican que con el paso del tiempo perdemos protección vacunal o híbrida, cuestión que afecta principalmente a colectivos de mayor edad y vulnerables, aunque el resto de la población mantenga el escudo contra una covid grave.

Así lo trasladan los profesionales consultados, entre ellos el presidente de Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Óscar Zurriaga, que ha explicado que el nivel de transmisión mantiene «cierta estabilidad», aunque no se puede olvidar que diariamente hay entre 15 y 20 fallecidos vinculados a la Covid-19, una cifra que considera «inasumible»: «No podemos resignarnos a ello».

Pese a que la situación es «completamente diferente a la de años anteriores», cuando «las expectativas de cara a las fiestas era muy malas», opina que no se debe bajar la guardia, principalmente en lo referente a la vacunación con la segunda dosis de refuerzo, que se abrió la semana pasada a colectivos de menos de 60 años si deciden pedirla.

Hasta ahora, según el Ministerio de Sanidad, solo el 53 % de los ciudadanos de más de 60 años se ha puesto el segundo suero de refuerzo adaptado a ómicron; aunque la cifra es mucho menor en los sexagenarios (38,7 %), mientras que apenas supera el 71 % en los mayores de 80.

Zurriaga ha vaticinado que la movilidad y la interacción social en las fiestas conllevarán, inevitablemente, más contagios por covid-19, enfermedad que coexistirá con otras infecciones respiratorias como la gripe, que han vuelto con fuerza tras la retirada de la mascarilla y otras medidas de protección.

¿VOLVERÁ LA COVID CON MÁS FUERZA?

«No sabemos el momento en el cual va a volver con más fuerza la covid-19» y puede hacerlo «de forma importante», augura el presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Jaime Pérez, mientras insta a los ciudadanos con un mayor nivel de vulnerabilidad a vacunarse con la cuarta dosis. También considera «inasumibles» que las cifras de decesos diarios no bajen de los 15 o 20.

Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), ha apuntado a «un nivel de incidencia sostenida» y una presión hospitalaria en «relativa tranquilidad» dado que la población está «más protegida» por la vacuna y la sucesiva exposición al virus desde 2020.

No cree que el avance de la nueva subvariante ómicron de BQ.1 y sus linajes «ocasione mayor gravedad» de casos, pese a que los primeros estudios arrojan un mayor escape a la respuesta inmunitaria, pero no a la celular que es la que impide cuadros graves.

ÓMICRON: MENOS GRAVEDAD PERO SIGUE GOLPEANDO A VULNERABLES

Desde marzo, cuando comenzó el descenso de la primera ola de ómicron (la sexta de toda la pandemia), hasta la fecha se han producido más de 16.400 muertes vinculadas a la covid-19, una media de más de 1.800 óbitos al mes, aunque los datos apuntan a una reducción en la gravedad de los casos en general.

Hasta el momento, el avance en las últimas semanas en España de los linajes de la BQ.1 no ha producido un mayor impacto sanitario a diferencia de la ola de verano, cuando la irrupción de la BA.4 y BA.5, en sustitución de las primeras variantes de ómicron, complicaron una vez más la situación.

Además, ahora que las comunidades autónomas distinguen entre pacientes que ingresan «con y por» covid-19, se conoce que algo más del 45 % de deben a problemas de salud asociados a la infección, mientras que al resto se le detecta el virus aunque la causa de la hospitalización es otra.