Javier Cárdenas te cuenta en LevántateOK lo sucedido en Estados Unidos con un joven de 19 años que compró por su cumpleaños un test genético por 80 dólares en la farmacia. La finalidad de esta compra no era una incógnita necesaria que resolver, sino una simple «broma» que quería hacer, por lo que decidió llevarse dos, uno para él y otro para su padre. El chico dice: «Recibimos nuestros resultados hace unos días y entré en la sección de familiares de ADN para ver mis coincidencias», explica el joven al sitio web Reddit, quien no esperaba que los resultados diesen un giro inesperado a toda su familia.
«En la parte superior, figuraba que mi padre sólo compartía el 29,2 % de ADN conmigo». El bajo porcentaje que, al parecer, padre e hijo comparten le extrañó, pero lo más extraño es que compartía el mismo porcentaje con su prima. «No podía pensar en una relación genética que explicara lo que estaba viendo y tenía dudas sobre la precisión de los porcentajes», afirmó el joven. La única explicación realista de lo que estaba viendo era que mi tío, el padre de mi primo y el hermano de mi padre, es mi padre».
Debido a los inesperados resultados, el joven se quedó «en estado de shock» y luego le invadió una sensación de ira. «Necesitaba algunas respuestas», ha dicho, por lo que decidió pedirle explicaciones a su madre mostrándole las pruebas de ADN. «Nunca había visto el color desaparecer de la cara de alguien tan rápido. Parecía estupefacta y luego murmuró: ‘¿Qué tipo de pregunta es esta? Por supuesto que no’», explicó el joven al sitio web, añadiendo que tras enseñarle a su madre todas las pruebas de ADN, su madre «cayó al suelo llorando, rogándome que no se lo dijera a papá». Tras lo ocurrido, todo fue saliendo a la luz, lo que provocó la ruptura familiar.