Opinión

El submarino

En noviembre de 2019 se captura el primer submarino semisumergible (parte del casco navega fuera del agua), que cruzó el Atlántico con tres tripulantes, llegando a Europa con 3.000 kilos de cocaína valorados en 100 millones de euros.

Es indiferente quién se coloca la medalla, Policía o Guardia Civil; todos los barcos que se abordan en altamar con grandes alijos no son fruto de laboriosas investigaciones sino información que facilita la DEA o el servicio británico antidroga. Sus mandos no se colocan medallas pensionadas por cumplir con su deber, reducen el coste de juicios, presos, custodia y destrucción del material etc. en su país (patriotismo), y avisando a las policías españolas se quitan el «muerto» de encima. Aquí los políticos acuden a hacerse fotos, los mandos se auto-conceden medallas rojas pensionadas, mantenemos los presos durante años, asumimos el coste de juicios, custodia y destrucción de los barcos. Otro mundo.

El submarino quedó custodiado en Vigo por la Guardia Civil; al recibir en fecha reciente la orden de la juez de entregarlo a la policía para exponerlo en la Academia policial de Ávila, alguien ordena que se corte la hélice, que pesa 100 kilos, y no entregarla con el batiscafo. Este es el último capítulo de cientos que he conocido en los más de 40 años que he sido policía. Los encontronazos y discrepancias son habituales; los dos cuerpos del Estado actúan en todos los delitos y en todo el territorio nacional, al margen de lo que dice la ley, y los mandos disputan medallas, ascensos y cargos de poder. No conozco a nadie, de uno u otro cuerpo, ceder para beneficiar el interés general. Algunos mandos deberían haber sido sancionados por la gravedad de los hechos que protagonizaron.

Es sabido por periodistas lo que ha ocurrido en muchos de estos asuntos, pero ni se investigan ni lo que se conoce se publica. En mayo de 2012 la Policía tenía vigilados en Francia a varios miembros de ETA en tres caseríos. Las cámaras instaladas grabaron a tres personas, dos hombres y una mujer, que avisaron del seguimiento policial y esa noche los tres comandos escaparon, uno de ellos dañando el dispositivo de grabación. ETA ya no mataba, pero la orden era mantener el control de sus comandos. La página web de COPE colgó la noticia que desapareció antes de una hora después.

En los atentados del 11-M, los perros antiexplosivos de la policía se agotaron. Su eficacia es de unas dos horas. La Guardia Civil ofreció los suyos. La policía dijo que tenía suficientes y sacaron a pasear perros antidroga, que no huelen explosivos, para impedir la entrada del cuerpo “hermano”. La coordinación de ambos cuerpos contra los terroristas que traficaban con droga podría haber impedido el atentado del 11.

David Pla, número uno de ETA, llevaba meses controlado por un cuerpo cuando, enterado un mando del otro, lo detuvo sin tener un solo dato contra él. Los que llevaban la investigación se negaron a facilitar las pruebas obtenidas y el terrorista quedó en libertad. Bomba en tren a Madrid. Se detiene a un terrorista con una mochila de explosivos, pero otra mochila-bomba estaba a bordo. Se deja seguir hasta Burgos porque pararlo antes significaba que correspondía intervenir a la Guardia Civil. En Burgos ya lo hacía la policía. Conflicto internacional por Frontex. Según la ley, competencia de Policía Nacional. La Guardia Civil lo quiere. Policías y guardias civiles se enfrentan en el subsuelo de Madrid. Embajadas custodiadas por la Guardia Civil, la excusa para abarcar más. Así, hasta el infinito. Caín y Abel tanto monta, monta tanto.