Si te controla el teléfono, denúnciale
Sanidad advierte de que «el control del móvil por parte de la pareja es violencia de género». (Marzo de 2017). Pero si lo hace el macho alfa es “protección” de la “desvalida mujer” que no puede apañarse por sí misma.
“No te engañes. Si te controla el móvil, no te quiere”, pero si es el macho alfa, no solo te quiere sino que te pone un periódico.
“Yo elijo cómo me visto y con quién me desvisto”, pero si lo grabas, el macho alfa, se queda con la tarjeta de mi móvil y eso no es coacción, ni intrusión, ni violación de mi libertad, ni menosprecio… Es solo para protegerte.
“En mi cuerpo yo decido y tú te callas”, pero si lo grabas, el macho alfa destruye la tarjeta de mi móvil para que yo no te equivoques y se lo enseñes a quien no debes.
“El patriarcado nos oprime, el feminismo nos hace libres”, pero si eres de Podemos, el macho alfa te pone un periódico a cambio de tu libertad.
“No quiero ser valiente, quiero ser libre”, pero si eres de Podemos el macho alfa te protege para que no tengas que esforzarte en ser libre.
“No soy la mujer de nadie”, porque el macho alfa vela por mí.
“Estamos contigo”, salvo que seas de Podemos, que entonces ya está contigo el macho alfa.
He aquí una breve selección de los eslóganes más repetidos por las “feministas de Unidas Podemos”, que como se puede comprobar son una categoría en si mismas, muy similar por cierto a la del feminismo oficial financiado por la izquierda gobernante en España.
En la España gobernada por la pareja tóxica Sánchez/Iglesias las mujeres han de ser creídas (“compañera, yo si te creo”) salvo que la que recibe la pedrada sea una diputada de Vox.
En la España de la pareja tóxica los derechos de las mujeres no están garantizados, salvo que seas de la secta tóxica, que entonces ya te salvará sin que necesites ejercerlos tu respectivo macho alfa.
En la España de la pareja tóxica las mujeres son libres para decidir lo que hacen con su cuerpo o con su móvil, salvo que el contenido del móvil pueda hacer daño al macho alfa.
En la España de la pareja tóxica las mujeres son mayores de edad siempre, incluso cuando no hayan cumplido la mayoría de edad legal; y han de ser creídas siempre; y han de disponer de su libre albedrío siempre. Salvo que la mujer en cuestión sea de Podemos y el ejercicio de su libertad pueda dañar la imagen (o las relaciones interpersonales) de su macho alfa.
En la España de la pareja tóxica todas las mujeres deben alzar su voz si atacan a una mujer; salvo que el atacante sea el macho alfa de Podemos. En ese caso el socialismo feminista callará y se alineará con el macho alfa Iglesias, que para eso es la pareja elegida por su jefe, el otro macho alfa que pastorea desde la Moncloa a su rebano de piji progres feministas.
Todo esto no dejaría de ser un relato que mostrara la hipocresía de la izquierda de salón que nos gobierna si no fuera porque es el retrato del tipo de personajes en cuyas manos está el destino de España.
Los mismos tipos que muestran este desprecio absoluto por la verdad y que por acción (Iglesias) u omisión (Sánchez) alardean de su tutelaje hacia una mujer tras desproveerla de su libre albedrío -con las viejas tácticas propias de un gobernante machista y totalitario- son quienes quieren liquidar la separación de poderes, atacan a los jueces independientes y colocan en la Fiscalía a una asalariada de Sánchez bien relacionada con las cloacas del estado; son los mismos tipos que atacan, señalan y tratan de coaccionar a los periodistas para destruir la libertad de opinión y la prensa libre; son los mismos tipos que tratan de eliminar a la oposición para impedir la alternativa democrática… Estos tipos que anulan la libertad de una mujer que puede resultar incómoda poniéndole un periódico (con la misma desvergüenza que antes las ponían un piso, solo que ahora lo hacen con nuestro dinero) son quienes están socavando con total impunidad las libertades de nuestro estado de Derecho.
Mentir no es nuevo para Sánchez y su pareja Iglesias; ambos han hecho de la mentira un estilo de vida y de Gobierno. Pero ambos han encontrado en su maridaje (y en el estado de alarma con el que han gozado de poderes absolutos) la manera más impune de arrasar con las libertades de todos. Durante el Estado de Alarma utilizaron nuestro enclaustramiento, nuestra preocupación y hasta nuestro miedo para ir socavando los pilares fundamentales del Estado utilizando con descaro el BOE para legislar sin control ninguno sobre asuntos que nada tenían que ver con la pandemia; controlaron la información que llegaba a nuestros dispositivos controlando de manera férrea lo que “salía” o no en la televisión; durante casi cien días solo recibimos propaganda oficial a través de la practica totalidad de los medios, particularmente las televisiones públicas o concertadas (que para ese concierto si que hay dinero); y por si fuera poco utilizaron el CIS y las redes para que sus brigadas de ataque, las camisas pardas del PSOE y de Podemos, intentaran desacreditar y destruir a cualquier persona que opinara o diera información que contradecía la propaganda.
El último episodio, llamado Dina o directamente Iglesias, no es sino un ejemplo más de la desvergüenza y la impunidad con la que se manejan estos tipos en un país que parece adormecido por el cloroformo gubernamental y en el que pareciera que han conseguido robarnos la democracia.
La cuestión no es Dina, o la fiscalía que actúa como abogado de la defensa de Iglesias; no es la destrucción de una tarjeta; no es la falsa denuncia de robo perpetrada por Iglesias durante una campaña electoral en la que quería desviar la atención sobre la adquisición de su casoplón… No; el problema es que todo lo que estamos viendo forma parte de una estrategia diseñada por la pareja tóxica para destruir el sistema del 78. Goebbels tiene un pupilo en la Moncloa que utiliza sus mismos métodos: porquería, más porquería; escándalo, más escándalo, mentiras, más mentiras…. Tanto y tan seguido que no será posible que los ciudadanos retengan por separado cada uno de los imputs escandalosos, lleguen a discernir, establezcan prioridades, vislumbren la verdad entre tanta propaganda. Y, a la vez, señalamiento del enemigo; siempre. Ya sean periodistas, jueces, miembros de la oposición, ciudadanos libres…. Los enemigos de la pareja tóxica son los enemigos de España, “lo ha dicho la tele…”, dice el personal. Y así hemos llegado hasta aquí.
Pero no se preocupen que Redondo/Goebbles ya tiene diseñada la respuesta que le ha encargado la pareja tóxica: no nos importa cuantos han muerto durante la pandemia, (lo ha dicho Brandon/motero/Simón) porque todos “saldremos más fuertes” y seremos tan felices como los súbditos de Corea del Norte o de la Venezuela de Maduro. Y es que cuando vengan a por cada uno de nosotros, no habrá nadie para protestar y solo se existirá la verdad oficial.
Así que ya saben: si quieres ser feliz y quien te controla el teléfono (o tu libertad de expresión u opinión, o tu libre albedrío, o tu libertad de cátedra, o el secreto de las deliberaciones o las pesquisas judiciales, o tu derecho a no revelar secretos de la investigación judicial…) es del PSOE o de Podemos, ni se te ocurra denunciarle. “Facha, más que facha…, que te lo tienes merecido….”.
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