Una medida que dará la puntilla al mercado de trabajo

El Gobierno está dispuesto a dar la puntilla al mercado de trabajo. Parece que los pésimos datos de paro y de afiliación a la Seguridad Social de enero no han sido suficientes, por lo que el Ejecutivo socialcomunista prepara una nueva vuelta de tuerca. Si el anuncio de la derogación de la reforma laboral y la nueva subida del salario mínimo interprofesional han tenido efectos de moledores en el mercado laboral, especialmente en sectores como el  agrícola o el de las empleadas del hogar, lo que se plantea ahora Pedro Sánchez es poner trabas a las empresas para que subcontraten. Con esa medida, que a buen seguro provocará la airada reacción de la CEOE, las empresas estarán atadas de pies y manos, sin margen de maniobra para adaptar su negocio al hostil paquete de medidas diseñado por el Gobierno.

Si algo podía hacer definitivamente trizas a los empresarios, era una medida como esta. Y parece que la decisión está tomada. La intención es modificar la legislación sobre contratación y subcontratación laboral para que sólo pueda ser usada en contratación de servicios especializados ajenos a la actividad principal de la empresa. O sea, limitar una práctica muy extendida, con el perjuicio que eso supone para infinidad de compañías.

El Ejecutivo socialcomunista es consciente de que el encarecimiento de los costes laborales que ha provocado la subida del salario mínimo interprofesional está causando una salida del mercado asalariado e incluso legal de infinidad de trabajadores. Y para solucionar ese problema están dispuestos a aplicar el peor remedio. O sea, error tras error. En estas circunstancias, con una economía en franca desaceleración, parece que todas las medidas están orientadas a hacer la vida imposible a las empresas, como si fueran el enemigo a batir. La llegada del Gobierno socialcomunista había provocado inquietud, pero a medida que se conocen los planes del Ejecutivo de Pedro Sánchez la incertidumbre ha dado paso al pánico.