Opinión

Agencia Efe: las sospechas eran fundadas

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

La Agencia Efe del comisario/presidente Miguel Ángel Oliver se está convirtiendo para el columnista en una fuente inagotable de noticias relevantes, al tratarse de un medio sufragado con dinero procedente del contribuyente. Un «chollo» informativo que diría un castizo.

La última semana del fenecido florido mes de mayo no menos de treinta comunicaciones, unas con nombres y apellidos, otras bajo link ocultando la identidad real, ha recibido este Palo Alto a propósito de distintos procederes en una agencia informativa que tiene en su frontispicio profesional la objetividad, la exactitud en el dato y la ausencia de cualquier tipo de animadversión política o a sensu contrario nulo interés partidista o ideológica.

El columnista ha seleccionado y comprobado tres de las quejas profesionales internas en forma de denuncia y ha comprobado si son veraces o, por el contrario, tratan de sacar de mentira verdad. Lo primero que permiten concluir las mismas es que la mala praxis en el «ejemplo» de la sección de Economía, en especial del área de Economía Digital, denunciado en anteriores posts, se extiende a otras demarcaciones informativas. En Economía Digital, o bien por ignorancia o mala fe, no se dan a conocer, se falsean o minusvaloran los éxitos de españoles en el exterior en ese campo de las Nuevas Tecnologías, o bien se da excesiva importancia por falta de criterio o por lo que fuera a multinacionales extranjeras exquisitas en el buen trato al periodista.

Pues bien, esas denuncias informan (fuentes diversas) que Efe no dio a conocer a sus abonados el vídeo exacto y completo de la vicepresidenta Yolanda Díaz a propósito de mandar a los israelíes a «desde el río hasta el mar…» y, por ende, tampoco se pasó al hilo internacional. Al día siguiente, después de que medios nacionales e internacionales hablasen del vídeo y del canto de Hamás entonado por la ministra de Trabajo, Efe dio algo del error conceptual y diplomático. Precisamente por la reacción de la embajadora israelí en Madrid se publicaron en el hilo de Nacional las críticas a la vicepresidenta sin antes conocer el contenido de dicho vídeo. Un día después. Muy profesional esta nueva Efe bajo la égida de una persona de confianza del jefe del Gobierno. Por supuesto, el hilo Internacional seguía callado, a pesar de que igual que la agencia estatal, que no debería confundirse con gubernamental, tiene que informar en España de lo que pasa fuera, también informa en el extranjero de lo que pasa aquí. Cosa que incumple cuando se trata de hablar del sanchismo. Tuvo que ser la delegación de Bruselas cuando se produjo una reacción allí, la que pusiera en lenguaje informativo el quilombo provocado en la comunidad internacional por el vídeo de la vicepresidenta del Gobierno, saltando el silencio impuesto en Madrid.

Donde inciden la mayor parte de las quejas es el caso Begoña. Según las mismas, Efe fue prácticamente el último medio nacional en recoger que la esposa del presidente Sánchez estaba en calidad de «investigada» (imputada) por el juez desde el 16 de abril. Y lo hizo en su hilo Nacional a última hora de la tarde del día que saltó la noticia. Curiosamente, un asunto que ha sido recogido por la práctica totalidad de la prensa internacional (especialmente la europea), es decir, tiene interés para los abonados internacionales de Efe, y que no ha sido rebotado por el hilo Internacional, según subrayan fuentes internas de la empresa informativa de titularidad pública.

Todo ello no ha dejado de sorprender en medios políticos de la oposición e, incluso, de los teóricos y hasta ahora aliados parlamentarios gubernamentales. En este contexto, parece que Oliver va a tener que esforzarse mucho en su próxima comparecencia ante la Comisión Parlamentaria que entiende de los asuntos relativos a la agencia oficial estatal.

Mientras eso llega, se esfuerza en ser recibido por Feijóo… ¡Quizá, cuando el infierno se congele!