TRIBUNA OKGREEN

Más del 56% de España es bosque, pero su madera sigue desaprovechada

Ingeniera forestal, directora de Bioeconomía en COPADE y vicedecana del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes

"El mercado de madera apenas alcanzaba el 8% de las causas de deforestación en el mundo"

"Mientras nuestros montes crecen, seguimos dependiendo de importaciones de países donde los bosques se talan sin control"

  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora director de OKGREEN en OKDIARIO. Anteriormente director de El Mundo Ecológico. Colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

En España, los bosques crecen en silencio. Cubren más de la mitad del territorio, pero, a menudo, lo hacen solos, sin gestión, sin aprovechamiento y, a veces, sin futuro.

Sin embargo, a nivel global, entre 1990 y 2020, el mundo perdió más de 420 millones de hectáreas de bosque, una extensión equivalente a toda la Unión Europea. La cifra, difundida por la FAO, debería alarmarnos a todos. Pero la verdadera pregunta es: ¿cuánto de esa pérdida ocurre por nuestras decisiones diarias como consumidores?

La Comisión Europea ha puesto números al problema. Y un estudio reflejó que el mercado de madera apenas alcanzaba el 8% de las causas de deforestación en el mundo, visibilizando productos tan comunes como el aceite de palma, la soja, el cacao o el café que están directamente vinculados a la deforestación de millones de hectáreas.

La paradoja forestal de España

No hablamos de un fenómeno lejano, hablamos de lo que hay detrás del chocolate que comemos, el mueble que compramos o el café que tomamos cada mañana. La deforestación es un problema ambiental y un reflejo de cómo producimos, comerciamos y consumimos.

España, curiosamente, vive una paradoja forestal. Con más del 56% del territorio cubierto de bosques, es el segundo país con mayor superficie forestal de la UE. Sin embargo, apenas se aprovecha un tercio de la madera disponible, según el Plan Forestal Español 2022–2032.

Esto significa que, mientras nuestros montes crecen, seguimos dependiendo de importaciones de países donde los bosques se talan sin control. El resultado es destrucción de ecosistemas, pérdida de biodiversidad, una huella ecológica que traspasa fronteras y una pérdida de oportunidades en las comunidades rurales vinculadas a los bosques, empobreciéndolas y empujándolas al éxodo hacia las ciudades.

Bosques vivos

En este contexto, surge la nueva normativa europea EUDR (Reglamento de Productos Libres de Deforestación), que busca cortar el vínculo entre el mercado europeo y la destrucción forestal global.

Esta regulación exige a las empresas garantizar la trazabilidad y el origen sostenible de las materias primas que llegan a Europa, desde alimentos hasta recursos naturales de uso cotidiano. Pero la ley, por sí sola, no bastará. Necesita conciencia social, compromiso empresarial y voluntad política.

Así nace Bosques Vivos, una acción impulsada por COPADE con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Su objetivo es promover la conservación de los bosques y frenar la deforestación, en línea con la nueva normativa EUDR, fomentando el consumo responsable y la trazabilidad de los productos.

Consumo y salud de los bosques

Además, coincidiendo con la presentación de esta iniciativa durante Biocultura Madrid 2025, se ha organizado una serie de acciones participativas —como la performance El Bosque Desaparece y demostraciones de oficios forestales— que permiten que el público pueda reflexionar sobre la relación entre nuestros hábitos de consumo y la salud de los bosques.

Desde COPADE se subraya que la deforestación no es inevitable. Es el resultado de nuestras decisiones colectivas, pero también una oportunidad para repensar cómo producimos, cómo consumimos y qué futuro queremos dejar en pie.

Cuidar los bosques es cuidar lo que somos. En cada decisión de consumo se juega el futuro de nuestros montes y, con ellos, el nuestro.