Internacional

Rusia y Bielorrusia realizan maniobras militares en la frontera con Polonia y Reino Unido envía tropas

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La tensión en la frontera de Polonia crece por momentos con imágenes del poder bélico que están tratando de mostrar tanto Rusia como Bielorrusia al desplegar maniobras de desembarco aéreo en un campo de entrenamiento situado en la provincia de Grodno, muy próximo a la zona donde se encuentran los inmigrantes. Varsovia no ha hecho esperar su desconfianza por estos movimientos «bélicos» y ha enmarcado la medida como un «ejemplo de ataque híbrido».

Rusia ha anunciado la realización de una serie de ejercicios de «preparación para el combate», llevando a la zona un amplio despliegue de paracaidistas en el país vecino. Minsk ha asegurado, no obstante, que las maniobras se deben al aumento de la actividad militar en su frontera.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha criticado este viernes las «preocupantes actividades» llevadas a cabo por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en la frontera con Polonia en plena crisis migratoria.

En una rueda de prensa durante su visita a Francia, Harris ha manifestado que la Administración del presidente, Joe Biden, se encuentra «preocupada» por le asunto y ha confirmado que el asunto ha sido abordado con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, con el que se ha reunido.

«Estamos observando la situación de cerca», ha señalado, según informaciones de la Casa Blanca. «Los ojos de todo el mundo y de todos los líderes están puestos en lo que pasa allí», insistido.

El anuncio de Rusia de prolongar veinticinco años más su presencia militar en Bielorrusia mantiene abiertas las alarmas de la Unión europea en un momento en el que miles de migrantes, en su mayoría procedentes de Irak y otros países de Oriente Próximo, han intentado cruzar la frontera bielorrusa a lo largo de este año para entrar en territorio de la UE.

Lukashenko, que ha sido sancionado por Bruselas en relación con las polémicas elecciones celebradas en agosto de 2020, ha advertido de que Minsk no detendrá el flujo de migrantes. Esto ha llevado a las autoridades de Polonia a declarar el estado de emergencia en los territorios fronterizos y a desplegar al Ejército en la zona.

La Unión Europea ha expresado este viernes su preocupación por el aumento militar ruso en la frontera de Ucrania, aunque fuentes europeas han descartado una agresión rusa, como ha advertido el Departamento de Estado estadounidense.

«La UE es un vecino directo de Ucrania y está vigilando la situación de cerca. La información de la que contamos es preocupante, toca ver como se desarrolla la situación y estudiaremos pasos conjuntos con Estados Unidos y Reino Unido», ha apuntado el portavoz de Exteriores de la UE, Peter Stano en rueda de prensa.

No obstante, fuentes diplomáticas han descartado que esta concentración militar sea el preludio de una agresión rusa, como ha avisado Washington, quien considera que Moscú puede «repetir» una invasión de Ucrania, como ya hizo en 2014 con la península de Crimea.

Otras fuentes comunitarias han descartado que exista un vínculo entre las maniobras rusas en la frontera con Ucrania y la crisis que se vive en la frontera polaca, donde Bielorrusia ha empujado a miles de migrantes hacia territorio europeo.

El pasado mes de abril, la tensión entre la UE y Rusia alcanzó un pico con la escalada militar en la frontera ucraniana, donde movilizó el mayor número de tropas desde la anexión ilegal de Crimea en 2014 en el marco de unos ejercicios militares de los que no aviso previamente al bloque.

Entonces, la UE mostró su respaldo a Kiev y exigió a Moscú el cese de las maniobras, al entender que una escalada militar era de gran riesgo para la región.

La UE mantiene contactos con Minsk

La Unión Europea ha mantenido contactos este viernes con las autoridades bielorrusas para reclamar el acceso humanitario de las agencias de Naciones Unidas a los migrantes atrapados en la zona fronteriza entre Bielorrusia y Polonia.

La frontera polaca se ha convertido en escenario de tensiones esta semana después de que miles de migrantes de Oriente Próximo se agolparan en la zona empujados por Minsk, que organiza sus viajes desde países como Siria, Jordania o Egipto.

La diplomacia comunitaria ha reclamado este viernes al viceministro de Exteriores bielorruso, Sergei Aleinik, que ponga fin al «ataque híbrido» contra la UE, según han señalado fuentes europeas, que enmarcan la conversación en los contactos necesarios con todos los actores relacionados con la «agresión» contra el bloque.

En este sentido, la diplomacia comunitaria ha exigido a Minsk que permita el acceso de las agencias internacionales a los miles de migrantes y refugiados que se encuentran en los bosques bielorrusos intentando pasar a Europa y cuya situación amenaza con convertirse en una crisis humanitaria.

El bloque europeo también mantiene línea directa con Moscú, actor con especial influencia sobre Minsk, aunque en la capital comunitaria reconocen que los contactos sobre la crisis en la frontera polaca no son positivos.

Sanciones con Bielorrusia

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea ampliarán el lunes el marco de sanciones europeas contra Bielorrusia para responder a la instrumentalización de la migración por parte del régimen de Alexander Lukashenko, que empuja a territorio europeo a personas de Oriente Próximo que llegan al país en vuelos a Minsk.

La tensión en las fronteras europeas ha alcanzado esta semana su máxima cota después de que miles de migrantes se agolpen en el paso fronterizo entre Bielorrusia y Polonia, donde las autoridades polacas ha desplegado más de 10.000 militares.

La UE acusa a Lukashenko de utilizar a los migrantes con fines políticos, en pleno pulso con el bloque europeo por las sanciones contra su deriva autoritaria. De cara a la reunión del lunes, los Veintisiete adaptarán el régimen actual de sanciones comunitarias para castigar también a los responsables de los movimientos migratorios orquestados por Minsk.

De esta forma, el bloque europeo se dotará del instrumento para aplicar restricciones contra individuos, entidades y agencias que están detrás de los flujos migratorios. Esto permitirá añadir más personas a la lista negra europea que ya incluye a 166 dirigentes y 15 entidades responsables de la represión interna, entre ellos el círculo más cercano al mandatario bielorruso.

Aunque los Veintisiete están decididos a acelerar su respuesta en pleno pulso con Minsk, fuentes diplomáticas señalan que la quinta tanda de sanciones puede demorarse unas semanas a la espera de que se fijen todos los aspectos legales que acompañan a las medidas.