¿Cómo se hace?
Bricolaje

Todas las ventajas de aplicar el microcemento en casa y cómo hacerlo

El avance de las tecnologías enfocadas en la construcción es importante, y una de las grandes revoluciones del sector es, sin dudas, el microcemento. Prácticamente ya no hay obras en las que no se lo incluya, pero no necesitas ser un profesional para aprovecharlo. En este artículo vamos a analizar algunas de sus características y a explicarte cómo aplicar el microcemento en casa de forma simple.

La característica más valorada del microcemento es su increíble versatilidad, que lo hace apto para todo tipo de proyectos caseros. Es decir, no importa si estás buscando una solución para reformas o decoraciones, este material se transformará en una gran opción.

Las ventajas de aplicar el microcemento

Este producto está compuesto por resinas, aditivos, cemento y pigmentos minerales que son los que le aportan sus tonos clásicos. Podemos encontrar en el mercado una variedad de colores, así que combina con diversos estilos decorativos y arquitectónicos.

Otra ventaja es que se adhiere a prácticamente cualquier superficie, por lo que no se requiere quitar el yeso ni los azulejos que quedarán debajo una vez que se haya instalado. Eso ahorra mucho dinero y tiempo, y evita la suciedad.

El microcemento es ideal para generar espacios tanto domésticos como profesionales. Es perfecto por su apariencia y resistencia. Apenas hace falta mantenimiento y envejece muy bien, por lo que tampoco tendrás que invertir demasiado en sus cuidados. Finalmente, dada la ausencia de juntas, es recomendable su uso en lugares pequeños para que parezcan más amplios.

Paso a paso

El primer paso consiste en la preparación de la superficie, eliminando toda la suciedad y asegurándonos de que esté limpia y seca. No debe haber nada suelto ni que cause el desprendimiento del microcemento. Eso podría provocar la pérdida de parte del material.

Una vez que la superficie esté lista, es el turno de la aplicación de la imprimación -o puente de unión- o de la malla de fibra de vidrio. Considera cuál es la que corresponde según la superficie donde vayas a trabajar. Acto seguido, coloca el microcemento grueso. Generalmente se aplicarán dos capas de microcemento grueso, y luego el fino. Entonces se lija y se aspira.

Si lo estás aplicando en el suelo, debes añadir sellador de poliuretano bicomponente de máxima resistencia para que dure más. Transcurrido ese tiempo mínimo, puedes abrirlo intentando no hacer demasiada presión durante una o dos semanas. Como ves, no es nada complicado.