Congreso de los Diputados

Sánchez vota la amnistía entre gritos de «¡traidor!» desde la bancada de Vox

El líder socialista, con media sonrisa, niega con la cabeza mirando a Armengol

Los diputados de Vox también han llamado "traidores" al resto de miembros del Gobierno

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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Rafael Molina

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha votado a la Ley de Amnistía en el Congreso este jueves, mientras varios diputados de Vox han gritado «¡traidor!» desde su bancada. La aprobación de esta norma, que ha obtenido la mayoría absoluta de la Cámara Baja, supone la aprobación definitiva de la medida de gracia por parte del Parlamento.

El líder socialista ha sido el primero en ejercer su voto como miembro del Gobierno, sentado en la primera fila del hemiciclo, la reservada a aquellos que componen el Consejo de Ministros.

Cuando la representante de la mesa de la Cámara Baja ha mencionado el nombre del presidente del Gobierno, Sánchez se ha levantado y ha pronunciado un . Inmediatamente, varios diputados de Vox le han llamado «traidor» desde sus escaños.

El jefe del Ejecutivo se ha sentado, ha dirigido la mirada hacia los asientos de las filas de Vox con una media sonrisa y, acto seguido, volviendo la vista hacia la Presidencia del Congreso, ha negado con la cabeza.

Mientras tanto, el resto de miembros del Gobierno han pronunciado su voto afirmativo. Después de Sánchez ha sido el turno de las vicepresidentas primera y segunda del Ejecutivo, María Jesús Montero y Yolanda Díaz. Los diputados de Vox han reaccionado gritándoles igualmente desde sus escaños «¡traidoras!». Lo mismo ha ocurrido con el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el ministro de Transportes, Óscar Puente.

Bronca en el Congreso

La bronca se ha propagado en el último día en el que la Ley de Amnistía pasa por el Congreso de los Diputados. El choque ha arrancado cuando un  diputado del PSOE, Artemi Rallo Lombarte, ha tildado a los diputados de Vox de «filonazis» y «neofascistas». Por su parte, los representantes de Vox les han respondido gritando desde sus escaños «¡traidores!» y «¡corruptos!», en alusión a su apoyo de la Ley de Amnistía que el PSOE ha pactado con las formaciones independentistas de ERC y Junts.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha evitado pedir rectificación al representante socialista después de sus insultos. En su lugar, ante las críticas de Vox, ha espetado que «el ser demócrata implica saber escuchar al que piensa diferente».

A quien sí ha reprendido la ex presidenta de las Islas Baleares ha sido a los diputados de Vox que han tratado de responder a las palabras de Rallo. En primer lugar, Armengol ha negado la palabra al diputado de Vox José María Figaredo y posteriormente, ha llamado al orden al representante de ese mismo Manuel Mariscal.

El diputado de Sumar, Gerardo Pisarello, también ha espetado a Santiago Abascal, líder de Vox, que no iba a aceptar lecciones de «un señorito» y le ha acusado de formar parte de «organizaciones antisemitas».

«Soy nieto de republicanos andaluces, me siento orgullosamente catalán y latinoamericano y que aunque fuera de Senegal o de Donosti le diríamos que los que trabajamos y vivimos aquí no aceptamos ninguna lección de los señoritos que han vivido del cuento y que forman parte de organizaciones históricamente islamófobas, históricamente antisemitas y que han ido a rendirle pleitesía al carnicero de Rafah», ha añadido el representante del partido que encabeza Yolanda Díaz.

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