Sánchez defiende regalar 115 millones € al olivo marroquí mientras se hunde la producción española

Año nefasto para los productores de aceite de oliva españoles. Un producto que está llamado a ser emblema del campo español y motor de exportaciones enfila un 2023 asediado por la sequía y el aumento de los costes productivos, que amenaza con llevarse por delante a muchos productores. Mientras, el Gobierno de Pedro Sánchez defiende que la Unión Europea haya entregado 115 millones de euros en ayudas a los productores de aceite de oliva marroquíes en apoyo al «desarrollo ecológico» del sector en el país vecino. Unas ayudas que entre los productores españoles ven como un impulso a la competencia contra sus aceites.

Para el Gobierno, que Bruselas entregue 115 millones a los olivareros marroquíes no es un problema de competencia desleal contra los productores nacionales. Ni siquiera en los tiempos que corren, en los que la sequía ha puesto en serio riesgo la cosecha de este año, ya muy afectada por la inflación y los disparados costes de producción.

Según defiende el Ejecutivo, las ayudas no son una amenaza porque la producción marroquí es mucho menor que la española. «Marruecos es un país que produce 176.000 toneladas de aceite de oliva de media, y exporta aproximadamente un 10% de su producción. La producción en España en la campaña 2021/22 ha sido de 1.346.200 toneladas de aceite de oliva (con una media en las 4 campañas anteriores de 1.392.600 toneladas)», argumenta el Gobierno en un escrito registrado en el Congreso de los Diputados en respuesta a una pregunta de Vox.

Medioambiente

Además, desde el Ejecutivo de Sánchez se destacan los beneficios de estas ayudas a Marruecos en el ámbito medioambiental: «El cultivo de olivar y sus industrias derivadas son claramente una de ellas, por su papel fundamental en el desarrollo y la viabilidad económica, social y medioambiental de las zonas productoras».

«La cooperación internacional con este país no interfiere en las prioridades agrícolas del Gobierno de España», sentencia en su escrito, recordando que las ayudas no provienen de fondos nacionales sino «dentro del Plan Económico y de Inversiones de la Unión Europea para la Vecindad Meridional». Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la UE importa el 5,4% del aceite de oliva de sus mercados desde Marruecos, un total de 9.550 toneladas.

Sobre las ayudas planteadas al sector español, inmerso en una grave crisis por la sequía y la infación, el Gobierno asegura que elaboró «una hoja de ruta con 10 medidas destinadas a favorecer el ajuste de la oferta y la demanda, mejorar la trazabilidad, la información al consumidor y la segmentación del mercado».

Coste disparado

Por otra parte, el sector olivarero denuncia que el coste de producción del aceite de oliva virgen extra supera ya los ocho euros el kilo. Esto supone que los gastos necesarios para producir un litro de aceite alcanzan los 8,72 euros en España. Este importante aumento del coste se debe a que este año ha habido una drástica reducción de producción de aceituna, como consecuencia de la sequía y otros factores. Además, también hay que sumar que se ha disparado el precio de la energía, los combustibles, los fitosanitarios y los abonos, así como el importante incremento del coste de recolección.

No obstante, el sector productor no pide «que el aceite de oliva alcance ese precio para cubrir los costes, sino que se tenga en cuenta desde las administraciones la situación límite que viven los olivareros», comentan desde COAG–Andalucía (Coordinadora de Organizaciones Agrarias). En este sentido, los olivareros temen que «los altos precios del aceite de oliva provoquen que los consumidores empiecen a comprar otros aceites que ahora mismo son más económicos y que luego sea imposible recuperar esas ventas».

Según la organización, ahora el precio en origen sobrepasa los cinco euros en el caso del litro de virgen extra, «pero parece que se ha olvidado que durante años no alcanzaba ni siquiera los 2,5 euros en origen».