La ciencia vuelve a acallar al ‘experto’ Simón: hay evidencia «abrumadora» de transmisión aérea del covid
'Science' rebate sus palabras del pasado jueves cuando dijo que "no hay evidencias sólidas de que haya habido transmisión probada por aerosoles en medios sociales normales"
Esta vez no ha sido otro cambio de opinión de la OMS, ni voces médicas con más o menos experiencia, sino la publicación científica más reconocida del mundo, la revista Science, quien ha vuelto a dar una bofetada con mano abierta a nuestro experto gubernamental patrio, Fernando Simón. En esta ocasión, a cuenta de la transmisión del coronavirus por el aire.
Science acaba de publicar una carta en la que los científicos sostienen que «hay una evidencia abrumadora» a favor de que la inhalación del SARS-Cov-2 «representa una vía principal» de transmisión de la enfermedad. De esta forma, contradice de forma apabullante a todo un director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, el español, que hace sólo cuatro días todavía negaba esta evidencia en su rueda de prensa diaria, como se puede comprobar en el vídeo que acompaña esta información: «No hay evidencias sólidas de que haya habido transmisión probada por aerosoles en medios sociales normales», reseñó el 1 de octubre.
Simón: «No tenemos hasta ahora evidencia sólida de que haya habido transmisión probada por aerosoles en medios sociales normales» pic.twitter.com/rtwTvyDkW5
— Europa Press (@europapress) October 1, 2020
Apenas cuatro días después en la misiva firmada por científicos de varias universidades estadounidenses (San Diego, Maryland, Virginia Tech y encabezados por Kimberly Prather, de la Universidad de la Jolla) todos están de acuerdo en que el Covid se transmite a través de gotitas de saliva que expulsamos al toser o estornudar.
Añaden que los virus en aerosol «pueden permanecer suspendidos en el aire durante muchos segundos u horas, como el humo, y ser inhalados», además están «altamente concentrados cerca de una persona infectada, por lo que pueden infectar más fácilmente a las personas que están cerca».
No sólo eso, sino que los firmantes de la carta en Science sostienen que los aerosoles que contienen virus infecciosos «también pueden viajar más de dos metros y acumularse en el aire interior mal ventilado, lo que lleva a eventos de superdifusión».
Por ello, además del uso de mascarillas, la distancia de seguridad y los hábitos de higiene, los investigadores instan a los responsables de salud pública de todo el mundo a «tener en cuenta la importancia de trasladar las actividades al exterior, mejorar el aire interior utilizando la ventilación y la filtración, y mejorar la protección de los trabajadores de alto riesgo».
Los científicos hacen además una recomendación esencial: que es importante que las personas lleven mascarilla en todo momento en los edificios públicos y espacios confinados, no únicamente cuando no se pueda mantener la distancia social.
Science destaca que el objetivo de esta carta, según Prather, «es dejar claro que el virus del SARS-Cov-2 viaja por el aire y que las personas pueden infectarse por inhalación».
Es por este motivo que estima que «es importante reconocer» esta vía de transmisión «para que los esfuerzos se centren en la limpieza del aire y en proporcionar orientación sobre cómo evitar los ambientes interiores de riesgo».
Por otra parte, los autores de la carta proponen buscar un consenso semántico sobre la transmisión por aerosoles y gotitas y señalan la «necesidad urgente de armonizar los debates sobre los modos de transmisión de los virus en todas las disciplinas, para garantizar estrategias de control más eficaces y proporcionar una orientación clara y coherente al público».
La tesis del ‘experto’ Simón’
A pesar de todo esto; a pesar de que no es la primera vez que este extremo se apunta desde diversos foros científicos, y a pesar de la obligación de llevar mascarilla en España desde hace meses, el pasado jueves Fernando Simón aún comentaba que «no hay evidencia científica sólida» de que el coronavirus se transmita en espacios cerrados normales, más allá de los entornos donde se realizan procedimientos médicos con aerosoles.
«No hay evidencias sólidas de que haya habido transmisión probada por aerosoles en medios sociales normales, si bien hay grupos que están proponiéndolo como un mecanismo de transmisión posible», aseveraba Simón en su rueda de prensa.
Informó, eso sí, de que estaban en contacto con algunos grupos de investigación y de que cuando haya una valoración «un poco más sólida» se analizará la posibilidad de llevar a cabo medidas extra respecto a cómo frenar la transmisión.