España

El PSOE y Junts trasladaron a Waterloo la reunión que planeaban hacer en Zúrich por problemas logísticos

El encuentro que este lunes mantuvieron en un hotel de Waterloo, en Bélgica, emisarios del PSOE con los líderes de Junts, estaba planificado en un primer momento para que hubiera tenido lugar en Zúrich, en Suiza. Problemas logísticos de diversa índole, incluyendo la imposibilidad que tenía el mediador para desplazarse a la localidad helvética, hicieron que ambas partes optasen por desplazar el encuentro a Bruselas. Las prisas de los socialistas por tratar de restablecer puentes con sus socios de investidura tras la profunda crisis en la que su relación ha entrado de un tiempo a esta parte hicieron que la premura por cerrar el encuentro pesase más que la opción de retrasarlo para mantener Zúrich como escenario. Finalmente, este encuentro se celebró en el hotel Van der Valk, de Waterloo, como desvela hoy OKDIARIO.

El líder de Junts, Carles Puigdemont, anunció la suspensión de las negociaciones sectoriales con el PSOE tras haber congelado la Mesa del Congreso la tramitación de la cuestión de confianza que la formación separatista le ha exigido a Pedro Sánchez como condición para mantener su apoyo parlamentario. Instó, a continuación, a convocar una reunión urgente, que en un primer momento habría de celebrarse en Zúrich, y con la presencia de un verificador internacional, para evaluar el nivel del cumplimiento del pacto suscrito entre ambas formaciones y que posibilitó que la investidura de Sánchez saliese adelante. Las cuentas que hacen los separatistas señalan el origen de su enfado: «De 30 compromisos, sólo se han cumplido seis».

Así las cosas, se proyectó este nuevo encuentro para explorar, como expresó el secretario general de Junts, «si vale la pena seguir o no» con la relación entre ambas formaciones. El escenario iba a ser la localidad suiza de Zúrich, donde ambos partidos ya se han visto en anteriores ocasiones, con la presencia de un mediador internacional. La última vez que celebraron una cumbre en la localidad helvética fue el pasado 13 de diciembre, en un encuentro que, como ha vuelto a suceder ahora, terminó «como el rosario de la aurora». En esta ocasión, problemas logísticos obligaron a mover la reunión a un hotel de Waterloo, el municipio belga cercano a Bruselas donde Carles Puigdemont se instaló tras abandonar Cataluña en 2017.