España
Crisis del coronavirus

El personal de las residencias seguía sin test 25 días después de que Iglesias prometiera refuerzos

Afirmó el 19 de marzo que para el Gobierno era "una prioridad absoluta" responder a la situación de los geriátricos

Una orden de Sanidad propuesta por Iglesias el 23-M obligaba al Gobierno a auxiliar a las residencias

Coronavirus: última hora en directo del Covid-19 y las fases de la desescalada

El personal de las residencias de mayores continuaba sin test —siendo en muchos casos estos profesionales agentes de contagio— al menos 25 días después de que el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, prometiera que reforzaría tales plantillas con recursos humanos, técnicos y materiales.

Prueba de ello es una comunicación, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, entre un geriátrico de Ciudad Real, en este caso, la residencia Las Cármenes, de Poblete, y las familias de los internos. En concreto, la dirección de este centro envió un correo con fecha de 14 de abril en el que revelaba que «aún no nos han dicho si nos van a realizar los test o no».

Según ha podido saber este medio por estos mensajes y por el testimonio de la familiar de una residente, el nivel de aislamiento de los internos, distanciando a los sanos de los infectados no era el mismo entre los trabajadores del centro, que asistían a los usuarios sin saber si ellos eran también transmisores de coronavirus, ya que no se les había hecho los test de diagnóstico. Además, los equipos de protección empleados no aseguraban que no hubiera contagios.

Junto a ello, cabe recordar que, tal y como ha publicado OKDIARIO, Castilla-La Mancha incluso derivó pacientes de hospitales con coronavirus para que terminaran su tratamiento en residencias de las que no eran usuarios y donde había internos sanos.

Correo enviado el 14 de abril por la residencia Las Cármenes (Poblete) a las familias de los internos.

El propio correo reproducido aquí indica que por entonces, un mes después de que el Gobierno decretara el estado de alarma, tampoco se había practicado un test de coronavirus a todos los residentes, sino «sólo a la gente que haya tenido algún síntoma».

Sin embargo, el 19 de marzo, el ministro de Derechos Social y Agenda 2030, Pablo Iglesias, coordinador de las residencias por delegación del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en el mando único, prometió «reforzar las plantillas de los centros de los servicios sociales y de las residencias de mayores» y aseguró que «estamos trabajando con el Ministerio de Sanidad para que los equipos lleguen cuanto antes».

«Desbordadas»

«Las residencias de mayores como saben ustedes son de los lugares más vulnerables en esta emergencia sanitaria. Sus plantillas están desbordadas. En muchos casos no han dispuesto de los equipos de protección individual necesarios para atender a personas positivas por coronavirus y ha habido por desgracia casos de contagio y de fallecimientos de residentes en algunos de estos centros. Los protocolos previos para enfrentar otros episodios de gripes epidémicas están obviamente desfasados y no sirven en la actual situación que es enormemente preocupante», declaró Iglesias aquel 19 de marzo en rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa.

Unos recursos que no llegaron, puesto que 25 días después de aquella intervención de Iglesias, había residencias de mayores como la de Las Cármenes (Poblete) donde sus trabajadores todavía no habían podido hacerse un test, con el riesgo de contagiar —porque estaban también en contacto con positivos— a los internos sanos.

Además, las bajas entre el personal de los geriátricos hacía que aquellos profesionales que seguían en primera línea asumieran una mayor carga de trabajo y, por ende, una mayor exposición al virus. Los refuerzos que había prometido el vicepresidente Pablo Iglesias a bombo y plantillo 25 días antes, nunca fueron tales.

Casi 20.000 muertes

Se da la circunstancia de que Iglesias, pese a desviar ahora toda la responsabilidad a las comunidades, tuvo siempre conocimiento de la situación en la que se encontraban las residencias y no llevó a cabo ningún plan de choque para evitar las casi 20.000 muertes que han computado las autonomías en los geriátricos. Como ha informado OKDIARIO, una orden propuesta por el propio Iglesias y firmada por el ministro de Sanidad, Salvador Illa, permitió al Ejecutivo central tener información en todo momento de la atención que se estaba dando en las residencias de mayores.

A tal fin se elaboró la Orden SND/275/2020 por la que todos los centros residenciales debían «comunicar de inmediato a las correspondientes Consejerías de Servicios Sociales y de Sanidad de la comunidad autónoma, así como a la Delegación o Subdelegación de Gobierno» aquellas situaciones que requerían «auxilio urgente», como la «ausencia de medios personales y materiales» para cumplir las medidas de seguridad sanitaria, «especialmente en lo relativo a las normas de aislamiento». De la intervención que se realizara, tales autoridades tenían que dar detalle al Ministerio de Sanidad y al de Pablo Iglesias.