La Iglesia exige elecciones ya porque «la corrupción es una puerta peligrosísima al autoritarismo»
La Conferencia Episcopal declara que la corrupción "es un cáncer" y que hay que dar la voz a los ciudadanos
También recuerda que existen instrumentos como "la moción de censura" en la Constitución
Francisco César García Magán indica que hay que poner "lo que conviene a España por encima de intereses de partido"


Con la presión a la que está sometida el PSOE y Pedro Sánchez este viernes, cuando la UCO ha entrado en la sede de Ferraz para clonar el correo de Santos Cerdán por los casos de corrupción que les señala, también figuras de instituciones de peso se han pronunciado sobre la corrupción, como la Iglesia. Desde la Conferencia Episcopal Española (CEE) han criticado «el cáncer de la corrupción», que requiere de un adelanto electoral para acabar con ella, entienden.
El secretario de la CEE, Francisco César García Magán, considera que unos comicios darían salida al «bloqueo institucional» en el que se encuentra España, mucho más elevado tras conocerse el contenido del informe de la UCO que forzó la dimisión de Santos Cerdán como secretario de Organización del PSOE.
De esta forma, García Magán ha respaldado la invitación del presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, que también instó al Ejecutivo de Sánchez a convocar elecciones generales. «Lo que ha propuesto es que hablen los ciudadanos. Y yo creo que el decir que hablen los ciudadanos es un principio básico de una democracia», ha declarado García Magán.
Sin embargo, ha querido aclarar que sus palabras no se corresponden, necesariamente, con una posición oficial de la Conferencia Episcopal, pero ha detallado la razón por la que su postura coincide con la del presidente de la CEE.
El obispo ha argumentado que los instrumentos que sirven para garantizar la democracia están recogidos en la Constitución Española, dado que la Carta Magna prevé, para «un sano ejercicio de política democrática», algunos de ellos, como «la moción de censura o la cuestión de confianza»: «Pero el elemento principal en una democracia es que tengan la voz los ciudadanos».
Así, sugiere que las palabras del presidente de la Confederación Episcopal ponen encima de la mesa «algo tan importante como poner el bien común y lo que conviene a España y a la sociedad española por encima de intereses de partidos, que siempre pueden ser más de vuelo raso, no tanto de altura de miras».
Esa altura de miras está en reconocer, añade, que «la corrupción es uno de los cánceres de una democracia, sea del color que sea». Porque, independientemente de las siglas, «mina» los pilares de la democracia y la debilitan al hacer que «pierda la credibilidad», incide.
Francisco César García Magán ha ido más allá, y ha advertido que estos casos representan «una puerta de entrada peligrosísima a situaciones de autoritarismo».
Para huir de ese peligro, insta a la clase política a mirar por encima de los «intereses de partidos meramente electoralistas». Declara que, en este sentido, «ahí está la equilibrada función que prevé la Constitución para el jefe del Estado».
Bolaños reacciona
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes de España, Félix Bolaños, ha reaccionado a las palabras del secretario de la Conferencia Episcopal, Francisco César García Magán, al transmitir su «extrañeza» por la petición de elecciones anticipadas, una solicitud que, según el dirigente socialista, coincide de forma exacta con las peticiones y argumentos de los dos principales partidos de la oposición.
El ministro ha continuado asegurando que no es la primera vez en nuestra historia en la que se produce «una comunión espiritual y política» entre la Conferencia Episcopal y «los partidos políticos de la derecha y la ultraderecha». Un argumento que ha justificado recordando la participación de la institución religiosa en manifestaciones «contra la aprobación de derechos como el matrimonio igualitario o la interrupción voluntaria del embarazo».
Según afirma de forma irónica Bolaños en su carta, debido a esta comunión entre la derecha política y la Iglesia, a la Conferencia Episcopal le resultó imposible pronunciarse de algún modo sobre «los casos de corrupción que afectaron al partido junto al que se manifestaron».
«En todo caso, quiero transmitirle un elemento de tranquilidad: en el caso sobre el que sí se han pronunciado se han asumido responsabilidades políticas desde el principio, se ha apartado a las personas sobre las que recaen graves indicios y estamos trabajando para evitar que se reproduzcan estos hechos en lugar de en intentar ocultarlos a la sociedad o a la Justicia», ha dicho.
Bolaños ha terminado su carta atacando a la Iglesia al insinuar que desean un cambio político con el fin de que los debates sobre la reparación a las víctimas de abusos o la tipificación como delitos de las llamadas terapias de conversión «sean más fáciles de abordar para ustedes o no se aborden en absoluto». El ministro de la Presidencia ha querido transmitirle al dirigente de la Conferencia Episcopal que «aunque hayan decidido apartarse de la neutralidad política» el Gobierno seguirá abordando la relación entre Iglesia y Estado «con pleno respeto, aunque, lógicamente, defendiendo nuestras posiciones» y el de las personas más vulnerables «sobre todo en lo referente a las víctimas de abusos dentro de la Iglesia».
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