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Independentismo Cataluña

La Guardia Civil pide a los constitucionalistas que eviten choques con los golpistas del lazo amarillo

La Guardia Civil pide a los constitucionalistas que no respondan a la violencia ante la escalada de enfrentamientos en Cataluña. La situación de tensión crece y los agentes nacionales temen que el estallido se produzca en cualquier momento y que provoque lo que los separatistas buscan: una víctima que ofrecer a la opinión pública. Esepcialmente, a la internacional. No se trata de la primera alerta que llega en este sentido. Informes del CNI han alertado ya del “creciente riesgo” de enfrentamiento civil en Cataluña -tal y como ha adelantado OKDIARIO-.

Ambas instituciones coinciden en que hasta ahora, sólo eran unos grupos los que salían a la calle: los radicales separatistas. Comandados por las CUP y los colectivos más radicales del resto de partidos anti constitucionales, los Comités de Defensa de la República (CDR) habían implantado su particular dictadura en las calles.

Pero en estos momentos hay un segundo colectivo que ha decidido aparecer en las calles y frenar el avance de los CDR: los Grupos de Defensa y Resistencia (GDR). Se trata de grupos organizados, cada vez más activos, y que ya han protagonizado amagos de enfrentamiento con los CDR.

La Guardia Civil ha documentado algunas de las últimas concentraciones de los grupos contrarios al separatismo. Y, así, como hay infinidad de ellas comandadas por la gente defensora de Tabarnia o por colectivos como Sociedad Civil, la Benemérita ha empezado a detectar la llegada de colectivos relacionados por grupos de extrema derecha. “Y eso puede acabar provocando lo que buscan los separatistas: una revuelta que acabe con una víctima, porque se trata ya de individuos que acuden precisamente para buscar el enfrentamiento”, aclara una fuente conocedora de esas investigaciones.

Informadores del CNI han remitido una documentación muy parecida, por ejemplo, sobre lo ocurrido recientemente en Barcelona, en una concentración en la Plaza de Francesc Maciá. Allí, hace menos de un mes, dos concentraciones simultáneas coincidieron en esta misma ubicación. Una, la de los separatistas CDR. Otra, la de los autodenominados “Cuerpos de Brigada de Limpieza”, convocada por los Grupos de Defensa y Resistencia (GDR). Por parte de los independentistas se llegaron a juntar 500 personas. Por parte de los GDR, cerca de 300. La situación de tensión hizo que se tuviera que formar un cordón policial de los Mossos. Y la sensación de que ninguno de los dos grupos estaba dispuesto a dar un paso atrás, quedó clara. Y ello, pese a la diferencia numérica.

Entre las notas remitidas se testificaron los gritos que jaleaban los GDR. Consignas como “fuera guarros de nuestros barrios”, “Puigdemont a prisión”, “sí, sí, sí, Tabarnia está aquí“, o “ni un lazo más ni un paso atrás”.
Algunos de los informadores que han trasladado estas alertas han advertido de que la situación es muy grave y no habían visto hasta ahora un comportamiento organizado que hiciera frente al habitual dominio de las calles mantenido por los grupos de la CUP y sus ramificaciones juveniles, como Arran.

Los encontronazos en las playas se han sumado en la lista de advertencias. E, incluso, episodios de violencia en los plenos municipales. Por ejemplo, en Sant Joan de Vilatorada, en donde en unos de los últimos plenos se alcanzó un nivel de tensión claramente excesivo. Tanto que hizo temer por el hecho de que pudiese acabar en alguna enganchada violenta.

Los informadores alertan de que el clima está en un punto de inflexión. Porque los GDR van en aumento y los CDR siempre han buscado estas situaciones para provocar un enfrentamiento civil abierto. Porque el objetivo de los separatistas siempre ha sido presentar ante la opinión pública internacional un mártir. Y para ello, la espiral de choque en las calles les beneficia.