España
Accidente en el Mar Menor

El Ejército ha perdido seis aviones valorados en 240 millones en los últimos cinco años

Al margen de la incalculable pérdida humana, los accidentes aéreos militares que se han registrado en los últimos cinco años han supuesto un coste en material de alrededor de unos 240 millones de euros.

Este miércoles una avioneta E-26 ‘Tamiz’ de la Academia General del Aire se estrellaba en el Mar Menor con dos militares a bordo. El comandante instructor Melero y la alférez alumna Otero, de 20 años. Hace apenas tres semanas fallecía el comandante Francisco Marín a los mandos de un reactor de instrucción C-101.

Los dos accidentes mortales se suman a una lista de seis siniestros graves registrados en los últimos cinco años. En total, nueve víctimas mortales.

Coste económico

Estos siniestros de aeronaves militares le han supuesto a España una factura económica en material de alrededor de 240 millones de euros.

En total, en estos últimos cinco años se han perdido en accidentes dos cazas Eurofighter, un caza F-18, un reactor C-101, una avioneta de instrucción elemental E-26 y un helicóptero AS 332 ‘Super Puma’.

Avión Eurofighter de la Fuerza Aérea Española. (EP)

El cálculo por unidad, según fuentes militares consultadas por OKDIARIO, sitúa a los Eurofighter como las aeronaves más caras del Ejército del Aire. Cada una cuesta en torno a 87 millones de euros -de media, ya que depende de la configuración con la que fueron adquiridas-.

Dos Eurofighter y un F-18

El primero de los accidentes de Eurofighter tuvo lugar el 9 de junio de 2014. El caza del Ala 11 se estrelló poco después de despegar de la base sevillana de Morón de la Frontera. Falleció el capitán Fernando Lluna.

El segundo de los Eurofighter siniestrado, que le costó la vida al capitán Borja Aybar, se fue contra la pista de Los Llanos cuando rompía formación con otras aeronaves procedentes del desfile del 12 de octubre de 2017.

Solo tuvieron que pasar cinco días para lamentar otra pérdida. A esta trágica ‘factura’, el 17 de octubre se sumaba el fallecimiento del teniente Fernando Pérez a bordo de un F-18 del Ala 12 de Torrejón. Uno de sus motores reventó. Al parecer, alguien olvidó en el interior de una turbina una herramienta y esta provocó el desastre. El coste de la aeronave asciende a unos 40 millones de euros, el precio que pagó de media España por estos cazas de fabricación estadounidense.

Cazas F-18 del Ejército del Aire en Bardenas Reales (Navarra).

Aviones de instrucción

En el caso del C-101 accidentado el pasado mes de agosto, España adquirió estas aeronaves por alrededor de unos 10 millones de euros la unidad según fuentes del Ejército del Aire. El otro avión de instrucción accidentado este miércoles, el E-26, tiene un coste muy reducido.

En cambio, la pérdida del helicóptero ‘Super Puma’ del SAR accidentado en 2015 en Canarias sí supuso un coste importante para el Ejército, que tuvo que acometer la compra de cuatro unidades más para reponer las unidades siniestradas en la última década. A razón de 15 millones de euros cada uno.

Fuera de este cálculo queda también el accidente que se registró en abril de este año en el aeródromo de Jaca, donde un C-295 del Ala 35 sufrió una salida de pista durante unas maniobras de la UME. La aeronave pudo ser recuperada con graves daños y, aunque se contabilizaron nueve heridos de consideración, no hubo que lamentar daños mortales.

Tampoco computa para este cálculo el grave accidente que tuvo lugar en 2015 en la base aérea de Los Llanos (Albacete). En esta pista, la OTAN desarrolla todos los años un programa de vuelo denominado TLP dirigido a los mejores pilotos de todas las naciones de la Alianza Atlántica. El 17 de enero de aquel año, un caza F-16 griego perdía el control durante el despegue y chocaba contra la zona donde se encontraban otras aeronaves, pilotos y mecánicos. Fallecieron diez personas.