España

Junts renunciará por ahora al referéndum si Sánchez reconoce por ley a Cataluña como «minoría nacional»

Moncloa busca una fórmula para sortear el referéndum de independencia

Mientras, los equipos ultiman la ley de amnistía, principal condición para la investidura

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Las negociaciones entre Junts y Moncloa para la investidura de Pedro Sánchez avanzan con el horizonte prefijado en el 27 de noviembre, la fecha límite para que el socialista agarre los apoyos que necesita para seguir en La Moncloa. En paralelo a la ley de amnistía, que es la carpeta más definida, el equipo del PSOE y el de Carles Puigdemont buscan el acuerdo en otras cuestiones, como el referéndum de independencia. Se trata de una exigencia difícil de gestionar para el presidente en funciones, por lo que se sondea un posible encaje. La fórmula sería reconocer por ley los «derechos» de Cataluña en tanto «minoría nacional», un concepto ya labrado en la misma base constitucional de la Unión Europea, el Tratado de Lisboa. A cambio, Junts aparcaría su reclamación urgente de votar, aunque ello en ningún caso signifique que renuncie definitivamente a ella.

Al Tratado de Lisboa, y en concreto a su artículo 2, se remiten los negociadores para sostener que en el propio contexto europeo se establece que: «La Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de Derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minorías». Igualmente, el independentismo ha venido apoyándose históricamente en la propia Carta de Derechos Fundamentales, donde figura el mismo término al reconocer el derecho a la «no discriminación» por «pertenencia a una minoría nacional».

La negociación, en cualquier caso, está en su fase preliminar, pues el concepto «minoría» es demasiado genérico y queda por definir sus implicaciones.

Que los de Carles Puigdemont aparquen por ahora el referéndum no significa que renuncien a una de sus principales metas, pero sí supone un respiro importante para Sánchez en los primeros compases de legislatura. Dicho de otra forma, no será condición sine qua non para la investidura, pero en Junts quieren sentar algunas bases. Este domingo el mismo Puigdemont, en su perfil social, avisó que Cataluña «es una nación» y que «su independencia política» es «la única manera» de continuar siéndolo. El mensaje deja clara la reivindicación, que no se ha abandonado, aunque el ex president nunca planteó la celebración inmediata del referéndum como exigencia, como sí lo hizo con la amnistía.

Cuando, a principios de septiembre, Puigdemont marcó las contrapartidas de la investidura apenas mencionó que «sólo un referéndum acordado podría sustituir al 1-O». También avisó que, para el separatismo, «los únicos límites serán los establecidos en los tratados internacionales de derechos humanos y libertades fundamentales», lo que encajaría con el anclaje europeo de las «minorías nacionales» que antes se comentaba.

En la misma comparecencia, el líder separatista sí se detuvo en otras condiciones, a las que Moncloa ha correspondido, como la reclamación a Europol para que desvincule al independentismo catalán del terrorismo en el Informe de Situación y Tendencias del Terrorismo en la Unión Europea (TESAT 2023), publicado en junio y en el que incluye al independentismo catalán en el epígrafe que habla del Terrorismo etno-nacionalista y separatista. El intento del Gobierno de satisfacer a sus socios será, en cualquier caso, fallido, pues, como ha publicado OKDIARIO, Europol no está dispuesto a modificar el documento.

Amnistía

En Junts quieren arrancar contrapartidas tangibles que presentar ante sus votantes pero su primera condición siempre ha sido la amnistía, que ya tienen casi en sus manos. La ley permitirá el borrado de los delitos y sanciones cometidos en el marco del proceso separatista y facilitará el regreso a España del ex presidente prófugo. De hecho, su plan es hacerlo en cuanto la ley sea efectiva, como ha publicado este periódico.

El texto está prácticamente ultimado, aunque los negociadores apurarán hasta el último momento para evitar cualquier resquicio que complique el aval del Tribunal Constitucional. En principio, no tendría que existir mayor problema, con un órgano de garantías presidido por Cándido Conde-Pumpido y con mayoría de izquierdas. Pero los equipos quieren pulir al máximo la ley y, como ya avanzó OKDIARIO, especialmente su exposición de motivos. Hace semanas que Moncloa remitió a Junts un borrador para que trasladase sus observaciones. Los de Puigdemont exigieron al PSOE «menos florituras y más solvencia jurídica» para blindar la ley ante un recurso de inconstitucionalidad.

Superados los escollos, la norma avanza a buen ritmo para los deseos de Sánchez de ser investido y ya tiene incluso nombre: Ley Orgánica de Amnistía por la convivencia institucional. Además, y dado lo apretado del calendario, Junts está dispuesto a renunciar a que la ley esté aprobada y se conformaría con que se registre en el Congreso -a cambio, eso sí, de garantías de su posterior tramitación parlamentaria-para dar luz verde a que Sánchez siga en La Moncloa.