Bildu pactó con el PSOE hace un año asestar el mayor golpe fiscal de la historia a los autónomos

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Pedro Sánchez y Arnaldo Otegi.
Carlos Cuesta

El PSOE ha despedido el año 2020 asestando el mayor golpe fiscal de la historia a los autónomos navarros. Aseguró a nivel nacional que no eliminaría su sistema fiscal de módulos y ya ha empezado a desmantelarlo en la Comunidad Foral. Pero el golpe a los autónomos no viene sólo de los socialistas. En diciembre de 2019 el PSOE-PSN y Bildu firmaron un acuerdo base para avanzar en sus alianzas. Y uno de los puntos pactados incluía, precisamente, la eliminación de este sistema fiscal.

El PSOE desveló hace poco menos de medio año sus intenciones de dar un vuelvo a los incentivos fiscales de los autónomos en toda España. Hace dos meses afirmó que cambiaba de criterio y que paralizaba su plan de desmantelar el principal incentivo económico con el que cuentan cerca de 600.000 autónomos: el sistema fiscal de módulos. Pero la realidad ha vuelto a delatar al partido en el Gobierno, al del presidente Pedro Sánchez. El PSOE lo acaba de hacer en Navarra, como aviso a navegantes. Y allí ha asestado el mayor golpe fiscal de la historia a un sector -el de los autónomos- que malvive en plena pandemia. En esta región ha desmantelado los módulos forzando una brutal subida de impuestos para estos trabajadores en el peor momento.

La reforma ha venido embutida en una ley de modificación de diversos impuestos. Una ley que toca, entre otras cuestiones, los módulos y las exenciones en el Impuesto de Actividades Económicas. Y una norma que ha contado con el apoyo del PSOE-PSN, Geroa Bai (PNV) y Podemos.

Pero pese a esos apoyos expresos, lo cierto es que fue pactada entre socialistas y proetarras hace ya un año. Por mucho que ahora Bildu esconda la mano. Ambos partidos lo pactaron en un acuerdo base denominado ‘Acuerdo de mínimos entre el Gobierno de Navarra y el Grupo Parlamentario EH Bildu’. Y ese pacto incluía un punto B-3 en la lista de compromisos con el siguiente redactado: “Analizar el sistema de tributación de estimación objetiva, por módulos, para buscar una fórmula progresiva en los próximos años que permita su eliminación o, cuando menos, limitar de forma clara los módulos a las actividades de autónomos en las que trabajan con consumidores finales, y concretando claramente en qué supuestos de esta tributación son aplicables en actividades ganaderas y agrícolas”.

El acuerdo se selló un 19 de diciembre de 2019. Y ahora se ha materializado: un empeño compartido por los dos partidos de golpear fiscalmente a los autónomos y, además, en el peor momento.
La norma se ha presentado a cierre de 2020 por el Gobierno socialista de María Chivite como una ley para lograr la “justicia fiscal”. Pero lo único que ven los autónomos es una ley que les quita el poco oxígeno económico que les quedaba en un país que -a diferencia de las economías vecinas- prácticamente no ha concedido ayudas empresariales frente al Covid.

La norma regula exenciones en prestaciones de entidades de previsión social voluntaria para cooperativistas, en el ingreso mínimo vital y en becas; incorpora cambios en la tributación en Renta de las retribuciones no dinerarias y en especie; y rebaja a 2.000 euros el límite general para las aportaciones a planes de pensiones, mientras se sube a 5.000 euros para el caso de aportaciones empresariales.
Pero el gran susto para los autónomos ha llegado con uno de los apartados de la norma: el que sustituye la tributación por módulos de los autónomos por el sistema de estimación directa especial.

¿Y ese cambio qué implica? Pues directamente un golpe fiscal aún por cuantificar con exactitud, pero de grave impacto para los autónomos. Y es que el sistema de módulos fija una tributación objetiva por cuestiones como los metros de la barra de los bares o el número de empleados sin tener en cuenta la facturación real. Y ese sistema ha permitido a los autónomos crecer con una tributación más reducida y sencilla de elaborar.

El nombre técnico del conocido popularmente como sistema de módulos es el de estimación objetiva. Y se trata, efectivamente, de un sistema de pago fiscal que no depende de los ingresos y gastos reales. El cálculo de los beneficios que tributan se realiza por medio de una serie de indicadores o módulos relacionados con elementos del negocio como los metros cuadrados, el consumo eléctrico o el personal. Un esquema cuyo cálculo fue realizado desde el primer momento con el deseo de hacerlo simple y barato desde el punto de vista fiscal. Porque se trataba de ayudar a los pequeños negocios, a los autónomos.

Los negocios que se han beneficiado de este esquema están centrados en el comercio minorista, la hostelería, el transporte, el taxi, los salones de belleza, fotocopias, tintorerías, agricultura o ganadería. Todos ellos reciben en estos momentos un fuerte golpe por las restricciones del coronavirus.
Y todo ese esquema, en el peor momento, desaparece en Navarra de la mano del PSOE y Bildu.

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