La CUP y ERC presionan a Puigdemont: quieren aprobar ya la ley que impulse la ‘república’ catalana

Ley de ruptura
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, junto al vicepresidente Oriol Junqueras.

La CUP y ERC presionan a Puigdemont para aprobar la ley de transitoriedad antes del referéndum ilegal. El martes pasado fue la última reunión del consejo ejecutivo del gobierno catalán. Consejeros y altos cargos se despidieron hasta la segunda quincena de agosto, fecha en la que el Parlament reanuda su actividad. Sin embargo, el presidente Puigdemont y los principales dirigentes de ERC y la CUP todavía siguen al pie del cañón y organizando reuniones privadas.

Fuentes del entorno comentan a OKDIARIO que «las reuniones se mantienen» para avanzar en temas sobre las leyes de desconexión, el 2-0 y la ley de transitoriedad. Esta última ha vuelto a suscitar el enfrentamiento entre la CUP y ERC con el PDeCAT. Las dos primeras formaciones presionan a Puigdemont para aprobar la ley en septiembre. Lo que haría coincidir este hecho en el Parlament con la campaña por el sí al referéndum ilegal.

Entre los argumentos a favor se encuentra el «asegurar un proceso con todas las garantías y explicar a los ciudadanos qué pasará el 2-0», explican desde ERC. Las reunión no debió de terminar al gusto de las dos fuerzas separatistas porque desde la CUP iniciaron una ofensiva mediática, que en anteriores ocasiones les ha funcionado bastante bien.

El diputado ‘cupaire’ Benet Salellas lanzó el siguiente órdago: «Estamos dispuestos a hacer una entrada a registro de esta ley exclusivamente como CUP». La formación dejó entrever que si Puigdemont no se atrevía a registrarla o no quería hasta después del referéndum, ellos lo harán solos. Esta estrategia de presión ya es conocida en el PDeCat.

La CUP presionó a través de los medios al Govern para anunciar la pregunta y la fecha del referéndum. Ahora vuelven a la carga con esta demanda para que en septiembre, las fuerzas independentistas realicen otro anuncio e informen con esta ley a la ciudadanía qué pasará el 2-0.

Las declaraciones de Salellas han provocado malestar en el partido de Puigdemont, donde parte de sus diputados no vería con buenos ojos avanzar esta norma antes de haberse celebrado el referéndum. Algunos lo ven como una «imposición» o «impedimento» a votar el referéndum libremente. En el PDeCAT son conscientes de que se trata de una «maniobra de presión» por parte de la CUP y piensan que hasta septiembre repetirán como un ‘soniquete’ este mensaje en los medios.

Malestar con la CUP

El malestar con la CUP sigue ‘in crescendo’ estas últimas semanas. Los actos vandálicos protagonizados por la organización juvenil Arran, vinculada a la formación ‘cupaire’, han sido la gota que ha colmado el vaso de la Generalitat. Desde el principio, el Govern intentó desvincular estos hechos del referéndum. De hecho y tal como publicó OKDIARIO, el presidente catalán pidió cesar los actos violentos de cara al 1-0. «Los actos violentos pueden llevarnos a peder el referéndum», aseguró.

Precisamente, la ley de transitoriedad también desató otra acalorada discusión entre la CUP y el PDeCAT cuando debatieron aprobarla junto a la ley del referéndum. En un principio, la discusión surgió porque Junts pel Sí y la CUP se negaron a tramitarla de manera conjunta y, finalmente, firmaron la ley del referéndum por ‘urgencia extraordinaria’.

Las tres principales fuerzas separatistas se siguen mirando de reojo ante la inactividad en las acciones principales que dan luz verde al referéndum. No quieren ‘quemarse’ jurídicamente y que el Constitucional les inhabilite en la hora de la verdad, el adelanto electoral.

Desde la CUP transmiten a los medios que ellos están dispuestos a seguir hasta el final. Si Puigdemont no se decide, serán ellos los que ultimen la independencia. ERC ya ha avanzado con la firma de Junqueras avalando la ley del referéndum y su disposición con las urnas. Ahora es el PDeCat quien mide bien sus pasos. En el partido consideran que aún pueden ganar las elecciones, si se produce un adelanto, y piden prudencia al Govern.

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