`
Economía
Hacienda

Ya están aquí: las cartas del miedo de Hacienda llegan a partir de hoy y van a por todas

Hacienda finaliza la campaña de la Renta y comienza a enviar las llamadas "cartas del miedo"

Hoy lunes 30 de junio es el último día de la campaña de la Renta 2024, pero es también el primero  en el que Hacienda comienza enviar las llamadas cartas del miedo. Estos son avisos que llegan cuando algo no encaja en nuestra declaración de la renta. Por ello, si ya hiciste la declaración y dudas de que tal vez te has equivocado es posible que recibas una de estas cartas. Por otro lado, si has esperado hasta este último día, no tardes en hacer tu declaración y sobre todo, fíjate bien si deseas evitar una de estas cartas.

A veces por olvido, a veces por lío, lo cierto es que dejar para el último momento hacer la declaración puede salir caro. Literalmente. Estas cartas que hoy empiezan a llegar no sólo son un recordatorio, sino también el pistoletazo de salida para posibles sanciones, recargos e intereses que conviene evitar. La Agencia Tributaria tiene además hasta cuatro años para avisarnos de errores en la declaración. Así que incluso si pensabas que te habías librado, una de estas cartas puede aparecer en tu buzón el próximo año y hasta 2029, así que mejor hacerlo bien desde el principio y entender en qué casos es posible que recibamos una de estas cartas del miedo de Hacienda y qué hacer si nos llega una de ellas.

Las cartas del miedo de Hacienda llegan a partir de hoy

Son varios los motivos que pueden llevarnos a recibir una de estas cartas del miedo de Hacienda. Uno de ellos, es dejar pasar el plazo, es decir, que se te ocurra hacer la declaración mañana o más tarde, cuando la campaña finaliza hoy. Si la declaración te sale a pagar y no la entregas a tiempo, la sanción dependerá de cuánto tardes. El recargo comienza con un 1% en julio y sube un 1% por cada mes completo que pase. Es decir, 2% en agosto, 3% en septiembre… Y así hasta que, tras un año, se dispara al 15% más intereses de demora.

Pero no sólo eso. Puede que Hacienda considere que haya habido intencionalidad en no hacer la declaración. En ese caso, la sanción, según informa el portal TaxDown, la sanción puede oscilar entre el 50% y el 150% del importe debido. También afectará que sea reincidencia o si se ha causado un perjuicio económico relevante. En ese caso, te darán un plazo para regularizar tu situación, pero el procedimiento sancionador estará ya en marcha.

No presentar, aunque no haya que pagar, también puede tener consecuencias

Muchas personas piensan que si la declaración les sale a devolver o a cero, pueden simplemente dejarla pasar. Error. Incluso en esos casos es obligatorio presentar el IRPF si estás obligado a ello. Si no lo haces y Hacienda se da cuenta sin necesidad de avisarte, la sanción puede ser de hasta 100 euros. Y si lo descubren tras enviarte una carta, el importe puede subir a 200 euros. La clave está en entender que no se trata solo de cuánto se paga o se devuelve, sino de cumplir con la obligación fiscal.

Desde la plataforma TaxDown, nos recuerdan que este tipo de sanciones son más comunes de lo que parece y que, en muchas ocasiones, se deben simplemente al desconocimiento. Por eso, contar con ayuda profesional puede marcar la diferencia y evitar sustos innecesarios.

También hay multas por presentar y no pagar correctamente

Otro escenario muy habitual que puede acabar en recibir una de las cartas del miedo de Hacienda es presentar correctamente la declaración, pero que el pago no se haga efectivo. Ya sea por un fallo en el número de cuenta, por falta de fondos o por cualquier otro motivo, si la Agencia Tributaria no cobra el importe debido, puedes recibir un recargo del 5% si lo pagas voluntariamente tras darte cuenta.

Pero si te llega la carta antes de reaccionar, el recargo se sitúa entre el 10% y el 20%. Por eso es importante no solo entregar la declaración, sino asegurarse de que todo esté correcto: desde los datos bancarios hasta la fecha de cargo.

A estas alturas, lo mejor es no esperar a que llegue una carta. Lo ideal es adelantarse. Presentar el IRPF antes de la fecha límite (1 de julio) no sólo evita sanciones, sino que también da tranquilidad. La mayoría de los errores no son por mala fe, sino por prisas, despistes o puro desconocimiento. Pero eso no impide que las consecuencias sean importantes. Además, a fecha de 25 de junio, TaxDown informó con datos de la Agencia Tributaria que en el último mes de campaña, todavía faltaban unos 10 millones de declaraciones por presentar, por lo que si la tuya es una de ellas, tienes apenas horas y mejor que no lo retrases.

Las cartas del miedo de Hacienda están diseñadas precisamente para eso: para que nadie se relaje. Para que quien haya cometido un fallo lo corrija y, de paso, reciba su correspondiente castigo económico. No es un aviso o una sanción sin más. Es algo diseñado para que tengas margen de corrección y evitar así cualquier sanción.