Economía

UPTA denuncia que se han «despilfarrado» 2.700 millones con la tarifa plana de autónomos

Un auténtico «despilfarro». Así define la organización de autónomos UPTA, de UGT, el dinero gastado en la tarifa plana para este colectivo -se reducía a 50 euros la cuota a pagar a la Seguridad Social durante dos años para fomentar el emprendimiento-. Según UPTA, en España existen 473.000 autónomos que se benefician de la tarifa plana pero sólo un 15% continúa siendo trabajador por cuenta propia tras superar los dos años de la ayuda. Se trata de datos de 2019 pero que UPTA asegura que se van a repetir este año.

La organización apunta también que el saldo anual de 2021 terminará con una de las cifras más bajas en cuanto a número de altas totales en el RETA de los últimos años. En 2018 hubo 736.000 altas y 612.000 bajas; 2019 finalizó con 701.000 altas y 687.000 bajas. En 2020 y en plena pandemia, hubo 561.000 altas y 559.000 bajas, siendo el número total de beneficiarios de la tarifa plana de 500.000 autónomos de media anual. Este año, UPTA prevé que no se superen las 600.000 altas y las 540.000 bajas, con un saldo positivo de más de 60.000 activos.

Desde la organización se afirma que la rotación en el trabajo por cuenta propia sigue siendo uno de los principales problemas del colectivo y que es «incomprensible» que tras una inversión de 2.790 millones de euros, la tarifa plana sólo haya aportado una tasa de retorno de 80.000 negocios autónomos consolidados.

Otro de los problemas que apunta UPTA es la existencia de falsos trabajadores por cuenta propia, el 20% de los beneficiarios según sus cálculos. Los sectores más afectados por esta situación son: el transporte, la construcción, las profesiones liberales, la educación, las actividades científicas y técnicas, los abogados o los periodistas, entre otros.

«Esta ayuda universal ha sido un auténtico fiasco como medida de promoción del empleo autónomo de calidad, y únicamente beneficia a los empresarios que así ahorran en cotizaciones sociales y costes empresariales fomentando la precariedad laboral. Es imprescindible cambiar esta fórmula por otra a través de incentivos del SEPE, una solución que no rebaje la cuantía al inicio de la actividad, que esté diseñada para que se pongan en marcha actividades económicas sólidas en su planificación y desarrollo, que aporten valor al tejido productivo y generen riqueza económica», asevera el presidente de UPTA, Eduardo Abad.