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La Seguridad Social lo confirma: gafas y lentillas gratis para estas personas

El acceso a gafas y lentillas puede convertirse en un problema económico para muchas familias teniendo en cuenta el coste de estas, y especialmente cuando hay menores en casa. Afortunadamente, en países como Francia, Alemania o Reino Unido ya existen iniciativas que buscan garantizar este derecho básico. Ahora, España se suma al esfuerzo con un proyecto que, aunque aún no está completamente definido, promete marcar un antes y un después en la salud visual de las personas más vulnerables.

El anuncio de la Ministra de Sanidad, Mónica García, hace casi un año fue el primer paso para un cambio que podrá beneficiar a muchas personas, comenzando por los más jóvenes. La idea de incluir gafas y lentillas ha sido parte del proyecto en la cartera común de la Seguridad Social y con él se busca reducir el impacto económico que supone mantener una buena salud visual, algo que tiene un coste promedio de casi 200 euros por unas gafas graduadas o 120 euros en el caso de las lentillas. Por ello, esta medida tiene el potencial de transformar el acceso a la salud visual en España. Sin embargo, no todas las personas podrán beneficiarse de esta ayuda de inmediato. Según las declaraciones oficiales, estará dirigida inicialmente a los menores de 18 años provenientes de familias con menos recursos. De este modo, se pone el foco en los más vulnerables, priorizando a aquellos que más necesitan apoyo para garantizar su bienestar visual.

La Seguridad Social lo confirma: gafas y lentillas gratis

Los datos no dejan lugar a dudas: invertir en salud visual supone un esfuerzo considerable para las familias. Según el Libro Blanco de la Visión 2023, el gasto medio en unas gafas graduadas supera los 197 euros, mientras que el de las lentillas ronda los 120 euros anuales. Estas cifras representan una carga significativa, especialmente para aquellas familias con varios miembros que necesitan este tipo de productos.

A diferencia de países como Francia, donde las gafas y lentillas son gratuitas para mayores de 16 años, o Alemania, donde se reembolsa el coste a menores y personas con discapacidades visuales graves, en España aún se percibe como un lujo en lugar de un derecho. Este contexto explica la necesidad de implementar una medida que permita garantizar el acceso universal a una salud visual adecuada.

Por otro lado, se estima que los menores de edad son los que más necesitan renovar sus gafas con frecuencia debido a cambios en la graduación o posibles daños en los cristales, lo que incrementa el gasto anual. En este sentido, priorizar a los niños y adolescentes más desfavorecidos es un paso lógico y necesario.

Los menores de 18 años, los primeros beneficiarios

El anuncio de la Ministra de Sanidad dejó claro que esta medida arrancará con un enfoque en los menores de 18 años pertenecientes a familias con menos recursos económicos. La idea es garantizar que ningún niño o adolescente se quede sin acceso a gafas o lentillas por motivos financieros.

En palabras de la ministra: “Queremos empezar por las personas más vulnerables y con menos capacidad de acceso a este derecho. Y también por las poblaciones más infantiles, que tienen de alguna manera un mayor recambio o un mayor gasto en este sentido”. Este enfoque busca paliar una de las principales barreras para muchas familias, priorizando el bienestar visual de los más jóvenes.

Aunque no se han detallado aún las cifras exactas ni la forma en la que se implementará el sistema, la ayuda se coordinará con las comunidades autónomas, quienes tendrán un papel clave en su aplicación. Esto podría significar diferencias en los requisitos y procesos entre regiones, algo que las autoridades deberán vigilar de cerca para evitar desigualdades.

Referencias internacionales: un modelo a seguir

España no está sola en este camino. Países como Francia y Alemania ya han implementado con éxito medidas similares. Ya hemos mencionado como en Francia, los mayores de 16 años tienen derecho a gafas y lentillas gratuitas, con la posibilidad de renovarlas cada dos años. Por su parte, Alemania reembolsa el gasto en gafas para menores y personas con discapacidades visuales graves, mientras que Reino Unido cuenta con bonos especiales para jóvenes, estudiantes y personas con bajos ingresos.

Estos ejemplos demuestran que garantizar el acceso a productos ópticos esenciales es viable y tiene un impacto positivo en la calidad de vida de las personas. Si bien cada sistema tiene sus particularidades, todos comparten el objetivo común de reducir las barreras económicas en el cuidado de la salud visual.

¿Qué se espera para el futuro?

Aunque aún quedan muchas incógnitas por resolver, esta medida representa un avance significativo en el sistema sanitario español. Incluir las gafas y lentillas en la cartera común de la Seguridad Social es un paso hacia la equidad en el acceso a la salud visual. Sin embargo, será fundamental garantizar una implementación uniforme entre comunidades autónomas y asegurar que esta ayuda llegue a quienes más la necesitan.

La salud visual no debería ser un privilegio, sino un derecho accesible para todos. Por ello, esta iniciativa podría convertirse en un ejemplo de cómo abordar las necesidades más urgentes de la población. Solo el tiempo dirá cómo evoluciona este proyecto y qué impacto real tiene en la vida de las personas. Por ahora, las familias españolas más vulnerables pueden empezar a mirar el futuro con un poco más de claridad.