Economía
Edad de jubilación

Nueva edad de jubilación confirmada por el Gobierno: los trabajadores, muy enfadados

El reciente anuncio sobre la nueva edad de jubilación ha encendido un intenso debate entre los trabajadores españoles. Después de décadas de esfuerzo, la jubilación se concibe como una recompensa merecida, un tiempo para disfrutar de la vida sin presiones laborales. Sin embargo, el incremento gradual de la edad para retirarse, combinado con requisitos más estrictos para acceder al 100% de la pensión, está generando un descontento palpable entre quienes ven cada vez más lejos la posibilidad de abandonar el mercado laboral.

La reforma del sistema de pensiones, aunque planteada como una medida necesaria para garantizar su sostenibilidad, está siendo duramente criticada por los trabajadores. La realidad es que la esperanza de vida ha aumentado, y con ella la presión sobre las arcas públicas. A pesar de las explicaciones oficiales, la población trabajadora percibe este cambio como un obstáculo más en un contexto laboral ya de por sí complicado. El principal ajuste que entrará en vigor en 2025 es el aumento de la edad ordinaria de jubilación a 66 años y 8 meses para quienes no logren acumular 38 años y 3 meses de cotización. Por el contrario, quienes sí alcancen ese periodo mínimo de cotización podrán retirarse a los 65 años. Estas modificaciones forman parte de un proceso de transición iniciado en 2013 y que culminará en 2027, cuando la edad ordinaria para jubilarse será de 67 años para todos

La nueva edad de jubilación en España

Estos cambios con respecto a la edad de jubilación buscan responder al aumento de la longevidad y al envejecimiento progresivo de la población, dos factores que complican el equilibrio del sistema de pensiones. Sin embargo, muchos trabajadores consideran que estas medidas no tienen en cuenta las diferencias entre sectores laborales. No es lo mismo trabajar en una oficina que realizar tareas físicas exigentes, una realidad que parece ser ignorada en las reformas.

Además, el Gobierno ha señalado que esta transición es ineludible para mantener el sistema de pensiones solvente. Pero para los afectados, esta explicación no alivia la frustración, especialmente entre quienes ya estaban planificando su retiro.

Requisitos más estrictos para la jubilación no contributiva

La jubilación no contributiva también estará sujeta a criterios más exigentes. Para acceder a esta modalidad de pensión, será necesario haber cotizado al menos 15 años, con la obligación de que 2 de esos años estén comprendidos en los últimos 15 años previos a la fecha de retiro. Esta medida busca asegurar que los beneficiarios hayan tenido una relación laboral activa en los años recientes, pero dificulta aún más el acceso a este derecho, especialmente para quienes han enfrentado largos periodos de desempleo o empleos precarios.

Los trabajadores se enfrentan también a otro desafío: las condiciones para retirarse a los 65 años serán mucho más restrictivas, dejando fuera a una gran cantidad de personas que no puedan cumplir con los requisitos establecidos.

Las opciones de jubilación anticipada: ventajas y desventajas

Para quienes desean retirarse antes de alcanzar la edad ordinaria, existen dos vías principales de jubilación anticipada, aunque ambas implican penalizaciones que pueden impactar seriamente el importe de la pensión.

Ambas alternativas representan una solución para quienes no desean o no pueden continuar trabajando, pero el impacto en la pensión es significativo, lo que obliga a evaluar cuidadosamente esta decisión.

Condiciones clave para las pensiones en 2025

A partir de 2025, la posibilidad de cobrar el 100% de la base reguladora estará reservada para aquellos que hayan cotizado al menos 36 años y 6 meses. Este requisito, aunque necesario para sostener el sistema, supone un obstáculo considerable para muchos trabajadores, especialmente para quienes han tenido trayectorias laborales inestables.

Además, las penalizaciones por jubilación anticipada serán calculadas en función de los años de cotización y el tiempo adelantado respecto a la edad ordinaria. Esto refuerza la idea de que cada vez será más complicado acceder a una pensión completa, lo que genera inquietud entre los trabajadores de sectores más vulnerables.

Por otro lado, estas condiciones permanecerán vigentes hasta 2027, cuando se espera que se completen los ajustes previstos. Para muchos, este plazo añade incertidumbre sobre las futuras modificaciones que puedan introducirse.

En conclusión, el aumento de la edad de jubilación plantea un dilema entre la sostenibilidad del sistema de pensiones y las necesidades de los trabajadores. Si bien garantizar que las pensiones sigan siendo viables es un objetivo fundamental, las medidas actuales parecen cargar todo el peso de esta responsabilidad sobre los hombros de los ciudadanos.