Messi al PSG y Mbappé al Real Madrid. Aunque suene imposible, Neymar quitó la anilla de la granada, que explotó al salir de su boca en forma de palabras. «Quiero volver a jugar con Messi y seguro que el año que viene podremos hacerlo». No era un deseo ni una invitación, era casi un hecho consumado. Podría ser un patinazo del brasileño, un exceso verbal, aunque parece lo contrario: una estrategia para ir cebando el fichaje de Messi por el PSG como hacen los programas del corazón con sus exclusivas. Y si Messi acaba en París puede ser el primer paso para ver a Mbappé en el Real Madrid… el próximo verano.
Messi y Neymar sólo podrían juntarse en un club del mundo: el Paris Saint-Germain. Primero, porque uno de ellos (Neymar en este caso) ya es jugador del PSG. Tiene contrato hasta 2022 y está muy cerca de ampliar su contrato con el club de Al-Khelaifi tres temporadas más. A esta premisa se podría oponer que también el Barcelona tiene en sus filas a uno de los dos futbolistas (Messi), la diferencia es que Leo queda libre en junio de 2021 y, por tanto, desde enero es libre de negociar y firmar por quien quiera.
Neymar: «Lo que más quiero es volver a jugar con Messi» https://t.co/l0AUO6CSql
— okdiario.com (@okdiario) December 2, 2020
Además, la situación próxima a la quiebra económica que vive el Barcelona hace sencillamente imposible el fichaje de Neymar. Lo dijo este mismo jueves Carles Tusquets, presidente de la Comisión Gestora que dirige el club azulgrana hasta que se resuelva el proceso electoral: «Si viene gratis, se podría plantear la vuelta de Neymar. Si no, no hay dinero para pagar… A no ser que un nuevo presidente venga con un milagro en la mano».
El Barcelona, al borde de la quiebra
Eso por no hablar de que el propio presidente interino del Barcelona admitió que «económicamente» lo mejor habría sido vender a Messi en verano, que los jugadores no podrán cobrar la nómina de enero porque no hay saldo de tesorería disponible y que el Mini Estadi se está cayendo y hay que repararlo antes de poder votar allí. Vamos, que juntar a Neymar y Messi en el Barça es sólo ciencia ficción, mejor dicho, pura ficción.
Así que volvamos a poner los pies en el suelo. Regresemos a París. El PSG tiene músculo financiero de sobra, tanto legal como encubierto, para fichar a un Leo Messi que llegaría al Parque de Los Príncipes con la carta de libertad debajo del brazo. Tendrían que hacerse cargo de su salario, el más alto del mundo pero al llegar gratis la operación no sería inviable, por no hablar de que Messi podría reducirse en parte el sueldo en el nuevo orden económico mundial diseñado tras el coronavirus.
Lo que ya no podría hacer el PSG es mantener en el mismo equipo a Neymar, Mbappé y Messi. Es decir, la llegada de Leo podría abrir si no la puerta al menos sí una rendija para el traspaso de Mbappé al Real Madrid. El club parisino podría pagar la ficha de Messi con lo obtenido por el traspaso de Mbappé al Madrid, amén de ahorrarse la ficha del delantero francés.
Mbappé sólo quiere irse al Madrid
La gran incógnita será saber por qué cantidad aceptaría el PSG vender a Mbappé al Real Madrid. La nueva situación económica de los clubes tras la crisis del Covid hace imposible que el club blanco llegue a presentar un ofertón como la que se llegó a plantear en el verano de 2018, después del traspaso de Cristiano Ronaldo a la Juve cuando el Real Madrid estaba dispuesto a poner sobre la mesa más de 200 millones por fichar a Mbappé.
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Ahora la oferta podría empezar por la mitad. Primero, porque tras la crisis del coronavirus ya no se verán fichajes de más de 200 millones como el de Neymar… al menos durante algún tiempo. Y segundo, porque a Mbappé le restaría sólo un año para quedar libre cuando lleguemos a junio de 2021. Si el PSG se enroca en pedir una cantidad inasumible por Mbappé, el Real Madrid puede amenazar con romper las negociaciones y esperar una temporada para llevarse gratis al jugador.
En todo caso, el culebrón Mbappé tiene todavía muchos capítulos por delante pero si Messi arrima el hombro, su llegada será más fácil.
