Koundé condenó al Real Madrid y le dio la Copa del Rey al Barcelona con un gol en el minuto 116 de la prórroga (3-2). El conjunto culé se llevó el título copero en La Cartuja en un partido loco que empezó ganando, vio como Mbappé y Tchouaméni le remontaban, lo empató de nuevo antes del 90, y en la prórroga lo terminó remontando. Los de Hansi Flick demostraron saber sobrevivir y demostraron que siguen siendo superior a los blancos esta temporada.
Salió con todo Hansi Flick en la final de la Copa del Rey. Las dudas antes del partido estaban centradas en Dani Olmo o Ferran Torres. Uno u otro. Y al final salieron los dos. El catalán para apuntalar el mediocentro y el valenciano de nueve. Era una alineación blaugrana muy ofensiva en búsqueda del segundo título de la temporada para la bancada culé.
El partido comenzó con la lesión de Mendy, y por dentro sonreía Lamine Yamal. La estrella culé, con un nuevo color de pelo, rubio platino, se le había aparecido la Virgen. La de Triana o la Macarena que hace una semana procesionaban por las calles de Sevilla. Daba igual.
Se le abrieron las puertas de la banda derecha a Lamine Yamal con un Fran García que saltó al césped de La Cartuja sin calentar y perdido. Y ahí nació el primer gol del partido. Lamine encaró a Fran y no tuvo rival. Tanto, que tuvo tiempo para pensar y no necesitó ni encarar hacia la portería. Levantó la cabeza, la puso en la frontal y Pedri hizo el resto.
Pedri hizo una maravilla
El golazo de Pedri fue una maravilla y mandó el Clásico de la final de la Copa del Rey al descanso con 1-0 en el marcador. Le pegó con el interior de su pie derecho y la puso en la escuadra. Su gran temporada reflejada en este golazo. Una jugada, además, que había nacido en un ataque madridista segundos antes. Bellingham buscó a Vinicius al espacio y Cubarsí cortó la pelota tirándose al suelo de manera providencial. Mientras Jude se quedaba con las manos en la cabeza, el Barça lanzó un balón largo a Lamine y ahí nació el primer gol de la noche. Fue precisamente el propio Pedri el que comenzó la jugada. Nació en sus botas y terminó en la red tras su golpeó.
El tramo final de la primera parte nos dejó una amarilla a Gerard Martín en clave Barça y un gol (y un penalti) anulados al Real Madrid por fuera de juego. El partido estaba muy trabado y el equipo de Hansi Flick había bajado una marcha. Estaba intentando controlar el partido desde la tranquilidad ante la locura que pretendía imponer el Madrid.
Tremenda fue la doble parada que hizo Szczesny en el inicio de la segunda mitad tras un doble disparo de Vinicius. El portero polaco le estaba aportando una gran seguridad a todo el bloque. Instantes después, Lamine y Raphinha se cambiaron de banda. Era el gran peligro del Barcelona y Flick lo quería potenciar. Perdonó el propio Raphinha una contra clarísima tras un desbarajuste tremendo de la defensa del Real Madrid.
Raphinha perdona dos veces el 2-0
El Barcelona sufrió mucho más en el inicio de la segunda parte. El Real Madrid había adelantado la presión y el cuadro azulgrana tenía dificultades para jugar desde atrás. Eso también le generaba espacios arriba, pero estaba pasándolo peor que en la primera parte. A la contra Raphinha volvió a perdonar en el 60 y el partido se podía volver loco en cualquier momento. Se estaba demostrando que la gasolina del Barça iba justa, pero el Madrid no era capaz de empatar ante una potente defensa blaugrana.
Dani Olmo fue titular, pero solamente aguantó 64 minutos en el campo hasta que entró por él Fermín López. Tras lesión, Flick sabe que tiene que dosificarlo y que además le necesita para la semifinal de la Champions League contra el Inter de Milán el próximo miércoles.
Mbappé empata y Tchouaméni remonta
Fue Kylian Mbappé el que puso el empate en la final a los 70 minutos de partido. Y todo empezó un par de minutos antes en una jugada suya con una presión colosal de Bellingham sobre Pedri anterior. El francés, con un gran regate, se fue directo al área y De Jong le derribó con una clara falta. Pidieron roja los blancos, pero se quedó en amarilla. La falta la tiró Mbappé y fue otra obra de arte. La puso en el palo y para dentro. Imparable. Nada pudo hacer el Barcelona.
Seis minutos después remontó el Real Madrid con un cabezazo de Tchouaméni tras un saque de esquina. Estaban mucho mejor los blancos en la segunda mitad. Antes del 1-2, el equipo madridista había provocado dos saques de esquina más. Estaban ahogando a un Barça irreconocible. Iñigo lo manifestaba desde la defensa. No entendía nada y le pedía a su equipo más.
Ferran Torres puso el 2-2
Estaba pasándolo peor que nunca el Barcelona cuando en el minuto 84 empató Ferran Torres. Fue Lamine Yamal el que encontró un espacio tras la defensa blanca. El delantero valenciano fue más rápido que Rüdiger, Courtois salió en falso y a portería vacía el delantero del Barça volvió a empatar el partido en una final totalmente loca. Encontró un hueco en carrera el Barcelona cuando era el Madrid el que parecía que podía matar con esa virtud. Tras el gol, Flick quitó a sus dos jugadores con tarjeta (Gerard Martín y De Jong) para meter a Araujo en el lateral y a Gavi.
La gran polémica del partido sucedió en el minuto 96. De Burgos pitó penalti de Asencio sobre Raphinha, y González Fuertes le tuvo que llamar para corregirle. El brasileño se había tirado descaradamente. La afición del Barça protestó, lloró y perdió los papeles insultando a Florentino Pérez. Pero es que no era penalti y el partido se fue a la prórroga.
Koundé condena al Madrid
Koundé condenó al Real Madrid con un tremendo gol en el minuto 116 de la prórroga. No llegó Brahim a un pase de un compañero cerca de su área, el lateral francés fue más rápido y le robó la pelota. Avanzó unos pocos metros y le pegó con todo. Fue directa al palo largo de Courtois. Imparable y 3-2