MAESTRO DEL JUEGO

La esquina del campeón

Real Madrid
Real Madrid celebra un gol contra Las Palmas. (Getty)

«Un campeón es alguien que se levanta cuando no puede». La frase podría firmarla casi cualquier leyenda de cuantos deportes podamos imaginar. Pero solo pertenece a un mito, a un pionero. Y de uno de los acontecimientos más seguidos desde siempre. Hace poco más de un siglo se convirtió en el primer campeón de los pesos pesados del boxeo contra todos los pronósticos. Se llamaba Jack Dempsey y en él, y su genuino y demoledor Dempsey Roll, se inspiró el temible Mike Tyson. A ambos les unía algo más que ese ataque agresivo, incesante y pilón. Les iba la presión, estar bajo el foco, la mirada de muchos, lo imposible para tantos… Iron Mike era el terror del Garden de Nueva York y Dempsey, el mito, falleció allí, en la meca del boxeo. Al Madrid esta historia le sienta como un guante.

Un armario de fondo

Tchouámeni, Lucas y Rudiger. Si esto fuese la NFL estarían en el equipo defensivo y, sin embargo, gracias a Kroos y Modric, por dos veces, han pasado a la ofensiva (o a los Equipos Especiales). Los tres de la línea defensiva han salvado desde la esquina ofensiva tres victorias, casi todas sobre la bocina en el camino hacia el título. Nueve puntos para ganar Ligas. Cuando algo así se repite, no es casualidad. Es fondo de armario como acuñé en su día con equipos que aspiran a tripletes. Un traje, un atuendo para cada ocasión, evento, compromiso… La necesidad en Gran Canaria era romper y remontar en media hora y contra el reloj a la segunda mejor defensa del torneo, con 17 encajados en 21 partidos, sólo por detrás de la propia escuadra de Ancelotti con 13. Y para más presión frente al mejor portero de la Liga, Alvaro Valles, por promedio goles por choque (Kepa y Lunin mejoran al de la UD Las Palmas) que puede optar al Zamora este curso. Pero ahora hablaremos de eso y su porqué.

A título personal, torneos mayores

Son las paradas imposibles, las paradas de partido (y no sólo las no cantadas) las que hacen que un arquero sea elegible por el Real Madrid. Casillas, Courtois… todos han tenido que salvar al equipo, que marcar como los de arriba, las diferencias por los títulos atrás. El dominio en las zonas críticas. En los momentos de la verdad. El asunto de la portería, por peliagudo que pueda ser, parecer o interesar, camina firme como la M-30. Entre soterrado y a la vista y a distintas velocidades. La de Courtois, indiscutible número uno del mundo: lesionado de gravedad en su mejor momento, pero más cerca de volver y de seguir siendo decisivo en los títulos. Alta velocidad. Lunin, acaba contrato, apenas tuvo minutos fuera en las cesiones y aquí está demostrando por qué el Madrid acertó en su apuesta. Tiene recorrido de mejora en muchos sentidos, pero vive su prime time y supera con menos partidos jugados el promedio de goles encajados por partido de su competidor. Un Kepa cuya experiencia y habilidades son incuestionables, pero su suplencia/titularidad ocasional preocupa en la Selección… y al propio arquero. Primero por su futuro, está cedido este año y volver… pero atención al dato que se viene: tal y como están establecidos los parámetros para el Zamora como portero menos goleado, los cancerberos han de jugar al menos 60 minutos en 28 de las 38 jornadas de Liga. El vasco es el que mejor promedio tiene de entre los tres hoy implicados (Álvaro 17 goles en 21 partidos, Lunin con 4 goles en 8 duelos y Kepa con 9 tantos en 12 choques, el mejor de la Liga en ese número de partidos disputados). Esto significa que para optar a ser el mejor portero a final de temporada, si el Madrid y su defensa siguen con la guardia en plan marmóreo, Kepa sólo puede perderse un partido más y poder llegar a los 28 mínimos…

Que se levanta cuando no puede decía Dempsey, y el estadounidense y su pupilo Tyson lo hacían como una turbina incesante que recargaba energía en cada giro, golpe a golpe… inagotables hasta alcanzar a su oponente. Esa consistencia diamantina fue (siempre lo acaba siendo) blanca, no amarilla en Gran Canaria. Temporada enorme de los de García Pimienta y de Lunin cuya parada valor gol al principio del segundo asalto, abajo, al primer palo, donde lanzó con veneno Munir y con 0-0 hace que suban sus acciones en el Índice de la Bolsa de La Castellana. Ese golpe en la esquina, desde donde el Madrid ganó el partido. En las cuatro del cuadrilátero de la Liga, bajo las luces amarillas de las islas. El rincón donde encontró el ágil músculo de Vinicius un colosal Camavinga. El de la técnica donde otra vez los cambios de Carletto dieron la vuelta sobre la campana. La esquina del oponente, donde por arriba, la torre Tchouámeni de córner derribó la guardia alta de las presas canarias y por último el rincón propio, donde abajo, en su portería, el gigante Lunin guardó la esquina del campeón.

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