No dio tiempo ni a que el debate comenzara cuando se le puso fin. Vitor Roque, el delantero brasileño que firmó el Barcelona para contragolpear al Real Madrid por el fichaje de Endrick, tiene los días contados en el conjunto culé mientras el joven ex del Palmeiras ya comienza a deslumbrar en la pretemporada con sus primeros goles en los entrenamientos que están dejando atónitos a sus compañeros.
Había dos grandes nombres que estaban sobresaliendo en Brasil por aquel entonces, aunque el caso de Endrick era especialmente llamativo por su edad, físico y gol. Fue por eso por lo que el Real Madrid echó sus redes con velocidad, también un Barcelona que se encontró con todo el trabajo hecho cuando fue a preguntar. Endrick sería madridista y daba un golpe sobre la mesa de cara al futuro… y es ahí donde le entraron las prisas al Barcelona.
Vitor Roque fue el objetivo con el que el Barcelona quiso olvidar a Endrick y contragolpear al Real Madrid. Fue el pasado verano cuando el club logró cerrar la operación con el de Timóteo, a sus 18 años, con un acuerdo que dejó al Athletico Paranaense 30 millones de euros y otros 31 por determinar, en variables.
Las prisas fueron tales que, pese a que el plan inicial era que llegara al club este mismo verano, al igual que Endrick al equipo blanco, el Barcelona forzó la maquinaria para traerlo en el pasado mercado invernal, en pleno debate sobre el rendimiento de Robert Lewandowski y su falta de gol. La realidad es que no fue un mal estreno del delantero brasileño, tuvo minutos en todos los partidos de enero y logró sus dos únicos goles esta temporada, uno de ellos clave ante Osasuna que dio el triunfo al equipo.
Pero con el paso del tiempo el papel de Vitor Roque se fue haciendo más pequeñito. Tras ser titular ante el Cádiz en Liga, llegaría un apagón de un mes donde no se volvió a ver al jugador de corto hasta mediados de mayo, ya con todo el pescado vendido en la competición doméstica, jugando los últimos minutos ante Almería, Rayo y Sevilla.
Xavi sentenció públicamente a Vitor Roque en alguna que otra ocasión, afirmó de él que era «un jugador en formación», que «la intención no era que viniese en diciembre» y que «sus minutos dependen de su nivel y de la competencia», algo que «ha pasado toda la vida y, sobre todo, con futbolistas jóvenes como es su caso».
Con Xavi fuera, la percepción desde dentro del club es la misma, fichaje fallido. Otro error y en búsqueda activa de un comprador que mitigue el gasto en él, aunque sobre todo cualquier vía que impida que el club tenga que seguir pagando por él algunos de los millones que se contemplaban en su operación, los 31 kilos en variables. Se ha hablado de Arabia Saudí, de una vuelta a Brasil, pero la intención del jugador es seguir en Europa…
Y al otro lado de toda esta historia aparece Endrick, que en sus primeras semanas como madridista ya está entusiasmando al madridismo con su físico y goles. El brasileño es uno de los hombres partícipes en la gira americana a las órdenes de Carlo Ancelotti, ya tiene su nuevo dorsal, el número 16, y afronta su primera gran temporada en la élite a la sombra de compatriotas como Vinicius y Rodrygo y de estrellas como Jude Bellingham y Kylian Mbappé, listo para absorber como una esponja.
