El Real Madrid cerró este domingo un año de puro señorío culminado con el precioso homenaje que le brindó a Jesús Navas en el Santiago Bernabéu antes del partido contra el Sevilla, su último en el fútbol profesional. La retirada del campeón del mundo y de Europa español no pudo tener mejor broche y esto es gracias al club con más grandeza de todos, que también ha pasado a ser el más respetado en todo el mundo por sus continuos gestos hacia la población.
«No había visto nada igual en campo rival», confesaba Jesús Navas en la zona mixta del estadio madridista antes de romperse de la emoción al recordar ese pasillo que compañeros y jugadores del Real Madrid le rindieron. Las lágrimas del ya ex futbolista reflejaban un increíble reconocimiento por parte de la entidad presidida por Florentino Pérez, que se volcó en darle el merecido adiós que se merecía.
El Bernabéu estuvo a la altura, ya que antes, durante y después del encuentro ovacionó a Jesús Navas. La parroquia blanca aplaudió cuando el capitán Luka Modric le entregó una camiseta firmada por todos los miembros de la primera plantilla tras el pasillo, al entrar al terreno de juego en el minuto 65 para dar sus últimas carreras por la banda del Sevilla y también cuando acabó el choque, momento en el que fue arropado por todos los jugadores del equipo blanco.
Pero lo ocurrido con Jesús Navas es el último detallazo a honorar del Real Madrid en este glorioso 2024, tanto a nivel deportivo como institucional. El club blanco ha sido el más solidario y el que mejor se ha comportado con las zonas más afectadas por la DANA que asoló a España a finales de noviembre. Desde la donación de un millón de euros en conjunto con la Fundación Cruz Roja hacia la Comunidad Valenciana y Albacete hasta esa bandera gigante del pueblo valenciano que lució en dos partidos.
La solidaridad del Real Madrid con la DANA
Tanto en los choques del Real Madrid contra el AC Milan en Champions como en el de Liga frente a Osasuna, el Bernabéu desplegó una gran bandera de la Comunidad Valenciana antes de guardar un respetuoso minuto de silencio en homenaje a todas las víctimas de la catástrofe de las inundaciones mientras sonaba el himno de la región.
Y en vez de quedarse el impresionante símbolo valenciano, el Real Madrid se lo cedió a los dos clubes más importantes de la Comunidad Valenciana, Valencia y Levante, para que la exhibieran cuando creyeran oportuno regresar al fútbol en sus estadios. ¿Qué logró en parte el club blanco? Dos de los momentos más emotivos del año, cuando tanto en el Ciutat de Valencia como en Mestalla jugadores, técnicos y público rodearon este símbolo que estuvo más presente que nunca en recuerdo de los fallecidos.
Además, unos días más tarde, el Real Madrid invitó al Bernabéu a su partido contra el Getafe del pasado 1 de diciembre a cientos de aficionados madridistas con peñas en las zonas más afectadas de la Comunidad Valenciana, otro gran gesto más que, por si fuera necesario, ratificaba al club blanco como el que más señorío tiene del mundo.
Impresionantes despedidas de Kroos y Rudy
En cuanto a respeto por los integrantes de sus filas, el Real Madrid también dio una lección al planeta fútbol con la retirada de Toni Kroos. El alemán dijo adiós al Bernabéu el pasado 25 de mayo, una semana antes de levantar su última Copa de Europa y disputar su último partido con el equipo blanco. Ese día, todo el estadio se volcó con el legendario centrocampista con un homenaje que rondó los 20 minutos y en el que acabó muy emocionado, al igual que sus hijos y su mujer, presentes en el mismo.
El Real Madrid también dejó claro que sí sabe despedir a sus leyendas. Los dos capitanes de las secciones de fútbol y baloncesto se marcharon este año. Por un lado, Nacho Fernández levantó Liga y Champions en La Cibeles, recibiendo más tarde un bonito adiós en Valdebebas, el mismo que le brindaron a Rudy Fernández, que el 10 de junio viviría la noche más emocionante de su carrera el ser ovacionado durante casi media hora por la afición madridista del WiZink Center.