La cuesta que conecta la Plaza de Grecia con el estadio Metropolitano se llenó de convicciones. Todas en clave rojiblanca y verbalizadas en arenga al Atlético, que busca la remontada continental contra el Real Madrid. «La Liga de Campeones es mi obsesión». «Que se enteren los vikingos quién manda en la capital». «Te quiero Atleti». La afición del Atlético brindó un increíble recibimiento a su equipo en los aledaños del Metropolitano.
La carretera de acceso al feudo rojiblanco se convirtió en un infierno color rojo, como los días de las grandes citas. La del Atlético con el Real Madrid la cita por antonomasia. Se sentarán en la mesa del Metropolitano por un puesto en cuartos de final de Champions. Casi nada. Desde antes de las 19:00horas los aledaños al estadio se fueron tiñendo de rojiblanco.
Todo ello entre grandes medidas de seguridad que evitaban tanto las aglomeraciones como el colapso en la vía que nutre al barrio de San Blas. Varios furgones y antidisturbios de la Policía Nacional velaron por ello. Hubo bengalas, bufandas al aire, cánticos principalmente a favor del Atlético y también contra el Real Madrid, por aquello ser el vecino y eterno rival.
Se creó un ambiente hipnótico, únicamente rasgado por los caballos de la Policía que escoltaban el autobús del Atlético. Sobre la carretera, el color rojo, en el cielo, el humo de las bengalas y un cántico que se perdía en la noche. «Atleti, Atleti, Atlético de Madrid». La afición rojiblanca cree en la remontada. Ya ha marcado el primer gol.
El del Metropolitano es el segundo gran recibimiento que le brinda la afición al Atlético. El día previo al partido, el Hotel Mirasierra se iluminó bajo el lluvioso día de Madrid. Lo encendieron los centenares de aficionados rojiblancos congregados en el alojamiento de concentración colchonero. Del autobús y rumbo a las habitaciones se desplazó la expedición de Simeone entre cánticos, bengalas y bufandas ondeadas.